Camilla Parker Bowles ha tenido que soportar muchas afrentas, como ser llamada "Rottweiler", "Cowmilla" o hasta "condesa Drácula", pero mañana pasará a ser la segunda mujer más importante de la monarquía británica.
Para el enlace, la maquillista —identificada como Julia B. en el Daily Telegraph— dice que lucirá un aspecto "natural y bonito... además glamuroso". "No sale especialmente bien en las fotos, pero de cerca tiene unos ojos muy bonitos", aseguró.
De ropa, la modista Anna Valentine, el diseñador de tocados Philip Treacy, y la diseñadora de zapatos Linda Bennett, aseguraron que Camila estará "fabulosa" con sus creaciones y que sorprenderá a los británicos.
Valentine no quiso revelar si la novia llevará un vestido o un conjunto de traje de chaqueta, pero avanzó que está muy favorecida con su creación.
Mientras, Treacy, conocido por los gorros que ha diseñado para famosos como Madonna y Marilyn Manson, contó que Camila ya se ha probado su tocado.
¿Familia?
Y ha resultado que Camila podría ser prima novena de Carlos. Según la página www.ancestry.com, su árbol genealógico muestra que, al igual que su prometido, es descendiente del segundo duque de Newcastle, Henry Cavendish (1630-1691).
Luego de la boda, ella tendrá su escudo heráldico, regalo de su suegra. Este será una versión modificada del que posee Carlos, y podrá ser usado en todas sus propiedades comunes: sobre la bandera que flameará en su nueva residencia de Highgrove, o en su automóvil. De esta manera, el escudo de Carlos será cambiado por primera vez desde su boda con Diana.
Y ella debe recibir todos los títulos reales una vez que se case con Carlos; princesa de Gales (que ostentó Lady Di, y que ha creado disconformidad entre los ingleses) duquesa de Cornwall y de Rothesay, condesa de Carrick y de Chéster, baronesa de Renfrew, Lord de las Islas y Gran Protector de Escocia.
Según el protocolo de la Corte, a ella se deben dirigir como su alteza real y tan solo se tendrá que inclinar ante la reina, mientras que la princesa Ana, la hermana de Carlos, tendrá que inclinarse ante ella.
Atracción fatal
La pareja se conoce desde hace 35 años, y durante todo ese tiempo solo se distanciaron entre tres y cinco años.
La pregunta es: ¿qué le ve Carlos a Camila?
Y los expertos coinciden: todo aquello que echaba de menos en su primera esposa. Carlos ha dejado entrever sutilmente que Diana estaba demasiado ocupada consigo misma (600 pares de zapatos/400 sombreros), y que sus problemas (como trastornos alimenticios) lo ponían nervioso.
Camila, en cambio, adora comer y comparte intereses con Carlos: le gusta trabajar en el jardín y los caballos.
La experta en la casa real de la BBC, Jennie Bond, habla además de un "poder de atracción casi animal". Solo hay que recordar aquel deseo manifestado por Carlos de querer convertirse en su tampón, en el episodio que ha sido bautizado como "Camillagate".
Basado en servicios internacionales.