En su segunda novela, el mexicano Hilario Peña inserta en el paisaje salvaje de Tijuana a un antihéroe detective de nombre Malasuerte, inspirado en mitos del cine negro como Humphrey Bogart, pero trasladado a lo mexicano.
“Traté de que Malasuerte fuera como Humphrey Bogart o Philip Marlowe, pero tijuaneado”, explicó el escritor nacido en Mazatlán (Sinaloa) en 1979, el cual asiste a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
En Malasuerte en Tijuana Peña sigue, escrupulosamente y sin dejar de lado los lugares comunes, los pasos del género negro encumbrado por Raymond Chandler.
“Hay gente que cree que una novela negra es solo balazos y muerte, pero no es así, igual que bailar tango no es no más ponerse un sombrero y dar unos pasos”, afirmó. “Yo soy muy ortodoxo: hay que incluir la mujer fatal, el triángulo amoroso, las bandas disputándose un territorio...”, añadió.
En la novela Tijuana se convierte en un personaje más. Es “una nueva Babilonia, es violenta, conviven tantas culturas...”, dijo.