El trabajo comunitario y colaborativo con grupos de diversidad cultural, social y artística llevó a Mar Alzamora a ser seleccionada para recibir la beca Zora Neale Hurston Award para el taller de escritura creativa del Jack Kerouac School of Desembodied Poetics en Naropa University, en Estados Unidos.
De vuelta en Panamá, la poetisa, música y compositora cuenta su experiencia y habla de sus próximos proyectos.
“La Jack Kerouac School me llamó la atención, porque se enfoca en la innovación de las artes literarias. Mientras que paralelamente busca cultivar las prácticas de escritura contemplativa”, cuenta Alzamora, quien asistió durante dos semanas a talleres intensivos de escritura, performance, conferencias, paneles y lecturas, entre otros. Junto a ella, participaron estudiantes de Hong Kong, Italia, Bélgica, Irlanda, Inglaterra, México, India y Canadá.
“Mi mayor ganancia fue haber trabajado y compartido con escritores y artistas tan comprometidos con su arte”, dice quien recibió talleres de música con Steven Taylor, de performance poética con Lydia Lunch y que, además, considera “hermoso” el hecho de ver en acción a la poetisa Anne Waldman, una de las fundadoras de Jack Kerouac School.
El programa, que apuesta a las prácticas y formas de escritura contemporánea, incentiva al uso de medios audiovisuales y la poesía sonora, que también llama la atención de la artista.
Ahora el regreso es un nuevo comienzo, y Alzamora ya prepara sus próximos proyectos, entre ellos, su nuevo libro, terminar un proyecto de poesía audiovisual, preparar una performance para la Feria del Libro de Panamá y la organización, junto a Carlos Bracho, de una caminata sonora que tendrá lugar este fin de semana para celebrar el Día Mundial de la Escucha.
Eventualmente, a Alzamora también le gustaría comenzar un programa de escritura creativa en las cárceles, pues considera que “todos tenemos una historia que contar, [y] este país necesita escuchar a su gente”.