A Leo Lytel se le diagnosticó autismo cuando tenía casi un año. Ahora tiene 9, y ha superado ese desorden.
Sus progresos se refieren en una investigación que indica que al menos el 10% de los niños con autismo puede “recuperarse”, en su mayoría tras años de intensa terapia conductual.
Los escépticos cuestionan este fenómeno, pero la profesora de psicología en la Universidad de Connecticut, Deborah Fein, está convencida de que es verdad.
Fein presentó su estudio que incluyó a 20 niños, quienes recibieron un diagnóstico acertado, pero años después ya no eran considerados autistas.
Entre ellos estaba Leo, un niño de Washington, quien antes no miraba a los ojos de las personas, repetía inconscientemente las palabras que se le decían y a veces daba giros, síntomas clásicos del autismo. Ahora, tiene un lenguaje articulado, socializa y está en tercer grado.
El estudio, financiado por el Instituto Nacional de Salud Mental, involucra a niños de entre 9 y 18 años.
Geraldine Dawson, investigadora sobre el autismo y directora científica del grupo Autism Speak, organización de ayuda a quienes sufren este desorden, consideró que la investigación de Fein marcó un hito.
“Pese a que varios de nosotros en el ámbito clínico hemos visto a niños que parecen recuperarse”, esto no había sido documentado tan detalladamente como el trabajo de Fein, dijo Dawson.
Los estudios previos han sugerido que entre el 3% y 25% de los niños autistas se recupera. Fein dice que sus investigaciones han mostrado que esa proporción es de entre 10% y 25%.
Pero incluso después de mucha terapia, la mayoría de los niños autistas sigue sufriendo este problema.
La recuperación “no es una expectativa realista para la mayoría de los chicos”, pero los padres deberían saber que esto es posible, dijo Fein.

