Gooooool! gritó Charlie, de 7 años, emocionado, luego de patear la bola con sus tacos nuevecitos.
Estaba jugando fútbol con su hermano, y se encontraba feliz: finalmente había encontrado un deporte que le encantaba.
Charlie ya había pasado por karate y atletismo, pero ninguno de los dos deportes le había llamado la atención. El fútbol le encanta.
Como Charlie, hay una generación que, quizás fomentados por la Marea Roja, está encontrando en el fútbol un deporte que practicar.
Esto lo sabe Schubert Pérez, entrenador, que cada vez ve más niños —y niñas— interesadas en practicar este deporte.
Y los beneficios son muchos.
"Además de desarrollar destrezas físicas, es una fuente de diversión que ayuda al niño a socializar, a seguir reglas, a buscar soluciones en grupo y lograr metas en común. También fomenta en el niño el espíritu de superación", opina Pérez.
(Vea 2B)