El principio químico “la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma”, bien podría aplicarse a la danza aérea por su renuencia a la inmutabilidad.En ese orden, los partidarios de la danza aérea buscan crear la innovación en sus propuestas volcadas a la suspensión y la negación al peligro. Todo ello se congrega en Panamá Aérea, un encuentro al que acuden artistas regionales experimentados en el campo de las artes circenses y la danza aérea, para reunirse con una maestra, la bailarina finlandesa Ilona Jäntti, reconocida por sus piezas tanto inusuales como sorprendentes. El objetivo del laboratorio no es otra cosa que aprender las fórmulas del maestro, así como entre unos y otros. La idea provino de la bailarina local Eleonora Dall’Asta, directora artística de la agrupación La Tribu Performance, quien encuentra fascinación en el estudio de los movimientos de la danza aérea, esos que mantienen en vilo al espectador, mientras el liviano cuerpo del artista pende de telas o se lanza al vacío sostenido al textil con laboriosas trampas, por sus fibrosos brazos y piernas.Dall’Asta afirma que el evento no solo es didáctico para los dedicados a este arte, sino que se presenta como una oportunidad para que el público conozca, indague y, ¿por qué no?, cuestione lo que sus ojos ven en el escenario. Por ello, el laboratorio dedica el próximo 13 de agosto una sesión de diálogo titulada Proceso creativo para la danza aérea y cómo formar lazos entre países, en el Centro Cultural de España en Panamá, Casa del Soldado del Casco Antiguo.Además de mostrar los resultados de la formación mediante un espectáculo grupal, Jäntti hará gala de su último trabajo llamado Namesake, el 21 de agosto a las 8:00 p.m., en el espacio alternativo Xielo, en Parque Lefevre.
El vacío como medio de invención
Un espectáculo de danza aérea puede helar la sangre, acelerar las palpitaciones y dejar los ojos desorbitados por unos instantes. Pero eso no es suficiente para los artistas que la ejecutan. Creen que debe aportar nuevas formas, que impresionen a quienes ocupan los asientos del auditorio.Para Ilona Jäntti, innovar es su constante reto, por eso “no es extraño que para ella, encontrarse en una ferretería sea como entrar a un paraíso”, cuenta su pupila, la bailarina local Eleonora Dall’Asta, a quien conoció durante su formación en Italia. Jäntti puede adaptar cualquier objeto o materia a sus presentaciones de danza aérea, desde una escalera, una cuerda metálica, barras, vigas, cuenta la directiva de La Tribu Performance, una academia pionera en las artes circenses contemporáneas en Panamá.Sin embargo, Jäntti confiesa que fue un obstáculo lo que la llevó a descubrir nuevas maneras para su arte aéreo. “Fui artista residente en el Museo de los Niños en Helsinki, en Finlandia; allí me pasó algo particular, ya que no podía colocar mis aparatos aéreos desde el techo, como normalmente se hace, sino desde unas vigas laterales que descendían en diagonal desde el techo; así que tuve que adaptarme a esa nueva forma arquitectónica, explorar nuevas maneras de trabajar mis aparatos y al mismo tiempo inventar un nuevo método de movimiento aéreo”, relata, vía correo electrónico, la artista, que aterrizó ayer en suelo panameño y dirigirá por dos semanas Panamá Aérea en el estudio Cuarto Rojo, ubicado en el Casco Antiguo.
Detrás del espectáculo de danza aérea no solo hay tensión para el espectador, también hay mucha frustración en quien se decide a desarrollarse en este arte. “Es duro y requiere de mucha práctica, el artista está expuesto a la frustración cuando un movimiento no sale como espera, o no lo aprende rápidamente”, explica Dall’Asta.
Esa es parte de la esencia del laboratorio, la de aprender unos de otros, como también lo cree la propia Jäntti. “Espero que con este taller surjan formas de trabajo y elementos que no hubieran existido si no fuera por este maravilloso encuentro que se dará en Panamá entre los artistas”, acota la también especialista en aro aéreo, técnica que estudió en Suecia.
La fama de Jäntti por sus producciones y adaptaciones para obras de teatro la ha llevado a ser catalogada por el rotativo The New York Times como “la artista más innovadora en su arte este siglo”.
Su formación está basada en circo y danza contemporánea; además tiene una maestría en coreografía. Su nueva pieza Namesake será parte de la presentación del grupo el 21 de agosto en el espacio alternativo Xielo en Parque Lefevre.
Participantes
Al taller estarán asistiendo 22 bailarines, acróbatas y coreógrafos, entre ellos siete panameños, tres costarricenses, un venezolano y un chileno. Además se suman al grupo dos jóvenes istmeños becados por el programa.
El laboratorio intensivo que arranca hoy en su fase de formación se prolonga hasta el 22 de agosto, y los artistas participantes podrán aprender y empaparse de conocimientos.
Los dos últimos días de la jornada se reservarán para dos funciones abiertas al público, el 21 y el 22 de agosto. (Ver tabla). Una de ellas ha sido programada para presentarse en la comunidad de Juan Díaz, en el colegio Elena Chávez de Pinate, para estudiantes y residentes del sector.
“Con esto queremos extender el arte y que no solo se concentre en los sitios acostumbrados de la ciudad”, agrega Dall’Asta.