Panamá Al Brown

Panamá Al Brown


Nuestro famosísimo personaje de hoy fue el primer campeón mundial latinoamericano, categoría gallo, que hubo en Latinoamérica y en Panamá. Nació en la Avenida Central con la calle 6ª de Colón. Su padre era estadounidense de nacimiento (vio la luz por primera vez en la ciudad de Nashville, estado de Tennessee).

Y como la crónica tratará de ser lo más completa posible, el nombre de su progenitor fue Horacio Brown, siendo su madre colonense y que respondía al apelativo de Esther Lashley.

A la edad de 20 años y en su ciudad natal, nuestro protagonista de hoy empezó a boxear como profesional empatando tres peleas y ganando por nocaut en el sexto asalto.

Aprovechemos para recordar que Brown nació el 5 de julio de 1902, que medía 1.80 y pesaba 118 libras. Se calcula que boxeó ante diversos públicos, más adelante los mencionaremos unas 231 veces.

En sus comienzos en Colón, ganó seis peleas y empató tres.

A pesar de nuestra ya repetida ignorancia sobre el boxeo, llegamos a leer también la biografía que sobre nuestro campeón escribió el español Eduardo Arroyo, y la cual está llena de hechos que de seguro a los fanáticos les habrán de interesar.

Así, por ejemplo, allí se habla de cómo Brown fue explotado por su mánager francés, quien lo obligaba a pelear con una frecuencia más que perjudicial, quedándose, además, cosa rara, con buena parte de la bolsa de dinero obtenida. Allí leímos también que el púgil desde sus primeras peleas sufrió una fractura en uno de los dedos de su mano. Nunca le dieron tiempo para que se pudiese adecuadamente arreglar, lo cual hacía que al iniciar todo combate a Brown le comenzara a doler el dedo; pero, aun así, no suspendía su labor.

Arroyo nos menciona también, entre otras historias, cómo nuestro campeón dilapidaba el dinero que se ganaba, y así nos refiere cómo en París el boxeador se compró un carro nuevo y costoso, y sin ser muy hábil para su manejo sobre todo en esa urbe, lo condujo por varias cuadras para estrellarlo no mucho tiempo después. Pero aquí no termina todo, dice que dejó el vehículo a buen recaudo y regresó para comprarse otro nuevo. Tal como nos lo refiere Arroyo, yo lo repito.

Y a propósito del libro de marras, yo se lo presté a alguien y aún, después de varios años, no me lo ha devuelto. Si no lo hace, le prometo a tal individuo que le voy a mencionar su nombre aquí y un domingo de estos se va a avergonzar de verdad.

Y siguiendo de nuevo con la vida dentro del cuadrilátero de Brown, él fue el primer panameño boxeador en obtener un campeonato mundial de boxeo. Lo anterior sucedió el 18 de junio de 1929. Pero aquello tuvo otras connotaciones, nuestro hombre también en esa ocasión fue el primer boxeador latinoamericano en obtener tan anhelado título.

Brown presentó combates en varias ciudades de Estados Unidos, y principalmente en Nueva York, aunque también en otros estados de la unión. En Europa, lo hizo en España, Italia, Francia, Noruega, Suiza, Irlanda, Bélgica; en el África en Argelia y, además, en América en Cuba.

El título de campeón mundial, categoría gallo, lo ganó en tres ocasiones diferentes. El 27 de junio de 1941 regresó nuestro personaje a Colón, proveniente de Estados Unidos, adonde había llegado después de haber abandonado Francia a causa de la Segunda Guerra Mundial.

De aquí volvió a Estados Unidos, en donde murió pobre y olvidado en 1951 con 48 años de edad. Su nombre figura en el Salón de la Fama, pero no se le recuerda todo lo que merece en realidad, es por eso que lo hemos querido traer hoy aquí.

Textos: Harry Castro Stanziola Fotografías: Luis E. Morales, procesadas por Ricardo López Arias. Comentarios: vivir+@prensa.com

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