La figura del escritor y poeta mexicano Octavio Paz (1914-1998) fue recordada en la Feria Internacional de Guadalajara a 20 años de haber obtenido el premio Nobel de Literatura.
En la FIL, que se celebra estos días en la mexicana ciudad de Guadalajara, se hizo una mesa de diálogo en conmemoración del 20 aniversario de que Paz recibiera el premio Nobel.
La ensayista Fabienne Bradu señaló que el autor de El Laberinto de la soledad fue siempre un intelectual incómodo y disidente, firmemente convencido de que el escritor tiene la obligación de decir la verdad y el derecho de ser desagradable.
Bradu recalcó que en este 2010, lleno de conmemoraciones por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución en México, “de circo y dispensas”, los cuestionamientos de Paz son indispensables para echar una mirada al papel de los políticos.
“En esto, ¡cuánta falta nos hace Paz!, que organizaba encuentros y debates acerca de los temas que constituían el meollo de la reflexión intelectual en el mundo y nunca callaba una crítica cuando la sentía necesaria, aun si esta le acarreaba antipatías”.
En tanto, Enrico Santí, especialista en Paz, dijo que este escritor mostró en su obra preocupación por la política y vida social de México.
“Vivimos en un momento histórico totalmente distinto al que le tocó a Paz, con una apertura democrática en el país, pero también en momentos de gran incertidumbre acerca de la seguridad que a Paz le hubiera preocupado y lo hubiese plasmado en sus ensayos como lo hizo en su tiempo”, afirmó el experto.