Cuando le dije a mi editora que iba a Jenny #9, la fonda china que queda enfrente de La Prensa, me deseó suerte, y casi pude escuchar el Requiem de Mozart en el fondo. Así que fui básicamente dispuesta a entregarle mi alma al Señor, o por lo menos, de donarle mi bolo estomacal al dios de porcelana.
Pero no solo no me fue mal, sino que volví para terminar con algunos ítems que se me habían quedado por fuera.
¡Ojo!, tomen esta reseña como lo que es, una reseña de fonda. Madame Chang, it ain’t.
Lo cierto es que creo haber visto Jennys hasta 14, y no dudaría ni por un minuto que haya más Jennys que McDonald’s en la plaza, pero por otra parte, de seguro que hay más chinos que escoceses, ¿no? Si no lo entendiste, es broma, debido al nombre escocés de la cadena de hamburguesas.
Para entrar en materia, lo primero que me llamó la atención fueron los wantones. Vino un cartucho bastante grande, como con 8 ó 10 wantones crocantes y calentitos, con un tarro grande de salsa agridulce. Eso sí, ni siquiera un pretexto de relleno. Los wantones que sí trajeron un relleno sabrosón de albondiguitas de carne fue una sopa sin fideos, que además trajo huevo, gallina, verdes (bok choi, repollo, etc.), cebollina y zanahoria en un caldo no muy salado de pollo.
En mi pedido (me lo llevé a casa porque francamente los predios son algo deprimentes y no me tentó para nada sentarme a comer en una de las mesas) también incluí una orden de "costillita flesca, toma tiempo sacal polque es flesca", con trocitos de costilla de cerdo con hueso, cartílago, en fin, el paquete completo (con textura occidental, no oriental de esa que se logra suavizando la carne con una mezcla de salsa china, clara de huevo y maicena), con una sabrosa salsita de frijolitos fermentados con julianas de zanahoria y cebolla.
Hablando de las julianas, definitivamente no son producto de un tallador a precisión, más bien parecen producto de una sesión de terapia contra ira, y no encontré en ningún plato mayor indicio de pericia con el cuchillo.
Otros platos buenos fueron: el puerco liso agridulce (nada de vegetalitos, puro puerco); la carne con salsa de ostión, que traía jengibre, pimentón, la ubicua zanahoria y cebolla; la gallina asada, con acentos de cinco especias, y el arroz frito cantonés, que viene blanco sin salsa china, con huevo, cebollinas, guisantes, camarones, jamón, puerco y pollo.
Los rollos de primavera estuvieron buenos, pero no fueron un wao. Dixit.
FICHA TÉCNICA
• COMIDA: Buena por el precio
• SERVICIO: Inexistente
• AMBIENTE: Fonda
• PRECIO: Menos de $15
• RECOMENDADOS: ‘Wantón’ frito con salsa agridulce ($2), Costilla fresca con frijol chino ($5.50), Sopa de ‘wantón’ sin fideo ($3)
• RELACIÓN COSTO CALIDAD: Combos ($2.99)
• ACCESO A DISCAPACITADOS: No
• DIRECCIÓN: 12 de Octubre en frente de ‘La Prensa’.
• HORARIO: 11:00 a.m. a 11:00 p.m. de lunes a domingo.
• ACEPTAN: Efectivo