Restaurante L’Olivo

Restaurante L’Olivo


Los restaurantes italianos que dominan el patio en su mayoría pertenecen a familias que tienen décadas de estar establecidas en Panamá, y sus menús –por más sabrosa que sea su oferta— a menudo reflejan los años de aclimatación al paladar local, razón por la cual un chef nuevo siempre llega como brisa fresca.

Daniele Calisti llegó a Panamá por vía de Costa Rica y Cuba, por lo que tal vez ya haya asimilado nuestras manías del trópico, pero llega con un nutrido léxico de los cuatro puntos cardinales del Mediterráneo, que abarca desde paella hasta cous cous, sin olvidar los portaestandartes de su tierra.

ENTRADAS Y PASTAS

Comenzamos con una ensalada Olivo, en la que un lecho de lechuga atesora pimentón, berenjena, cebolla y calabaza aderezadas de un agrodolce que provoca una tarantella papilar y con una combinación fría de mariscos en vinagreta no me gustó, porque estaban duritos, pero el carpaccio de res estuvo impecable.

Los rollitos de berenjena caliente vienen con un relleno de miga y queso arriba: lo que los hace meritorios es una salsa de tomate en tucos, suculenta y profunda, que además acompañó a unos gnocci de antología: para que lleguen a la mesa con esa textura de colchón de querubín, hay que pedirlos el día anterior.

Entre las pastas, elegimos unos canelloni de espinacas con besamela que estuvieron sencillos y delicados.

PLATOS FUERTES

Pasando a los platos fuertes, nos decantamos por los pejes a pesar de que el menú cuenta con buena oferta de plumas y cascos.

Un mero al estilo tunisio estuvo espectacular: vino con vegetales en una ligera salsa de harissa (pasta de especias y picante), y acompañado de cous cous; el otro fruto del mar que probamos fue de una sencillez perfecta: un atún apenas acariciado por la brasa (lo tuve que devolver porque se les había pasado pero llegó bien a la segunda), simple pero efectivamente aderezado de menta y hierbabuena fresca: un yin y un yang que llenan la boca de sabor y la panza de alegría sin enviar calorías extras al fundi.

Por buena fortuna dejamos espacio para los postres: el tiramisú no estaba tan bueno porque se congeló en la nevera y perdió algo de su textura (trae una capa de bizcocho de chocolate), pero la cassata de la casa también fue un hitazo; el relleno es de ricotta con trocitos de albaricoque seco y chocolate, y trae además un glasé por fuera. Es un trozo enorme.

La decoración del lugar es agradable, describiría el ambiente de trattoria; tienen una lista de vino corta, pero decente con predominancia de vinos italianos; suficiente estacionamiento y fácil acceso a discapacitados.

Dixit.

FICHA TÉCNICA

• COMIDA: Muy buena

• SERVICIO: Regular

• AMBIENTE: De trattoria

• PRECIO: $15-$25

• RECOMENDADOS: Ensalada de vegetales al agro-dolce ($4.50), Mero con harissa ($13.00), Atún con menta ($9.00)

• RELACIÓN COSTO-CALIDAD: Gnocci al pomodoro ($6.50)

• ACCESO A DISCAPACITADOS: rampa

• FUMAR: terraza

• HORARIO: Lunes a sábado, 11:45 a.m-11:45 p.m., Domingo 11:45 a.m.-10:45 p.m.

• DIRECCIÓN: Cl. 77 San Francisco (atrás del Sheraton)

• TELÉFONO: 270-2193

• ACEPTAN: Visa y Master

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