Aristóloga Especial para La Prensavivir+@prensa.comYa me habían contado del tal restaurante, pero no había logrado ir. Ubicado en el último local del mall que queda al lado del Do It Center de Paitilla, nos encontramos con un cuoco torinés y su esposa colombiana, cosa que me alegró porque había estado conversando sobre la falta que hace un buen restaurante noritaliano en el patio.
El nombre del restaurante hace honor a la erupción del monte Vesuvio en el primer siglo de nuestra era, lo que me pareció extraño, siendo el propietario piamontés. Pero en vista de que Torino fue la primera capital de la Italia reunificada, me imagino que se permite la licencia poética.
Tampoco es que el menú sea norteño, oh no. Hay verso, perla, pluma y flor, incluyendo la típica ensalada Caesar (que para colmo nació en Tijuana), eso sí, dentro de un contexto primordialmente italiano.
Lo primero que hicimos fue pedir una orden de bruschetta, sencillita con tomates, aceite y albahaca, pero riquísima.
La sopa del día era un espeso potaje de zapallo con un chorrito de aceite de oliva; sencillo y respetuoso de los sabores naturales de la cucurbácea.
No tenía deseos de comer pasta, así que pedí que, de entrada, me trajeran el plato fuerte de langostinos; pedí al chef que si me podía preparar una salsa verde y me preguntó si fría o caliente, a lo que respondí que lo que más rápido fuera: langostinos calientes, salsa fría. La que produjo no trajo alcaparras, aunque esta pasta a base de hierbas, que se practica desde el medioevo, es una de esas preparaciones sencillas, básicamente con lo que haya a mano: no dudo de que sea predecesora del chimichurri argentino.
RdT pidió entrar con un plato de pennette all’amatriciana, que fue una poesía. La salsa, reducida a su mínima expresión, con un toque dulzón y profundo exacerbado por la presencia del tocino, absolutamente magnífico.
Mi plato fuerte consistió de un scaloppine al Porto: el sabor de la carne me encantó, pero la textura –aunque no estaba dura ni nada—tuvo algo medio raro. El filete al funghi porcini estuvo regio, pero los hongos secos no se lograron reconstituir bien y quedaron un poco salados y con textura medio arenosa.
En ocasión distinta probé la Caesar de marras, de la que disfruté los croutons caseros mas no así la salsa (demasiado "amayonesada"), así como una berenjena a la parmesana que no viene apanada, sino simplemente cocida con salsa de tomate y quesos y un fettucine Alfredo que me decepcionó por simple y desabrido.
El menú tiene dos postres insignias: el panna cotta y el tiramisú. Ese día solo había del primero, que falló un poco en textura, pero no en sabor. Aún no tienen licencia de vinos así que puede llevar el propio. ¿Otro consejo? El chef era pizzaiolo, y los tres platos con tomate que probamos estuvieron muy buenos. Dixit.
FICHA TÉCNICA
• COMIDA: Italiana, buena
• SERVICIO: Poco personal, bien dispuesto
• AMBIENTE: Informal
• PRECIO: $15-$25
• RECOMENDADOS: Pennette all’amatriciana ($7), Berenjena a la parmesana ($6), Langostinos, salsa verde ($16)
• RELACIÓN COSTO-CALIDAD: Bruschetta ($4), Scaloppine al Porto ($10)
• ACCESO A DISCAPACITADOS: acera
• FUMAR: no
• TELÉFONO: 399-9728
• HORARIO: 12:30 - 3:30 pm. y de 6:30 p.m a 9:30 p.m. de lunes a sábado.
• ACEPTAN: Visa, MC, Clave