Las vivencias junto a algunos niños, quienes sufrían diferentes problemas, provocaron que Ricardo Montaner comenzara su labor para ayudar a la niñez en Latinoamérica.
"Los hijos de sol" fue la primera organización que fundó con su esposa Marlene Rodríguez Miranda, y más tarde creó "Ventana de los cielos".
El pasado lunes, Montaner recibió de manos del director regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia para América Latina y el Caribe, Nils Kastberg, el nombramiento como embajador de buena voluntad. "Hace 18 años se puso en marcha la Convención de los Derechos del Niño, este año hay una nueva sobre los niños con capacidades especiales y Montaner "nos va a apoyar en varios países, Panamá fue el segundo del mundo en ratificarlo", expresó Kastberg.
Según Montaner, ha utilizado su música como vehículo, una forma mágica para tocar puertas con algunos gobernantes usando la "cara del pasaporte".
Para Montaner, el nombramiento "lejos de significar una carga y una gran responsabilidad es un lujo que me hace reafirmar aún más mi compromiso con la niñez".
En tanto, informó que el 19 de diciembre en Miami participará en un concierto para apoyar la Fundación Alas con varios artistas, y el 8 de abril de 2008 se presentará en Panamá a beneficio de Olimpiadas Especiales.
Ayer se lanzó su nueva producción Mis mejores canciones Volumen No.2 con "una recopilación de las canciones que durante mi niñez influenciaron mi carrera como autor".
Montaner visitó el país junto a su esposa y sus hijos Ricardo, Mauricio y Eva Luna. Su esposa, productora de sus videos, dijo que "como me conozco cada uno de sus ángulos es fácil trabajar con él, además aporta muchas ideas".
La familia Montaner salió ayer para Miami a pasar el día de Acción de gracias y el 26 viajan para la Teletón de Chile y sigue sus presentaciones en Argentina y Chile.
Para el artista, de 50 años, la mejor prédica es la vida misma y cree que la mejor enseñanza para sus hijos es que "vean cómo eres con el prójimo y tu forma de vida". Montaner aseguró que puede decir que ya ha conocido la "cima del cielo".