Los seis cañones hallados en la desembocadura del río Chagres en julio de 2010, por los arqueólogos estadounidenses Frederic Hanselmann y Jason Delgado, fueron trasladados del Smithsonian (Amador) al Patronato de Panamá Viejo, donde serán intervenidos.
Los cañones serán sometidos a un proceso de “limpieza y conservación”, explica Jacinto Almendra, encargado de los tratamientos especializados que podrían durar entre cuatro y seis años, según estimaciones.
Actualmente, los cañones aparentan estar en buen estado, pero sí muestran afectaciones de corrosión por el agua salada, destaca Almendra. Esta artillería estuvo bajo el mar por más de 330 años, de acuerdo con datos de la Dirección de Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura.
Otra de las afectaciones que tienen estos cañones es una sólida capa coralina que han adquirido por su estancia en las profundidades marinas.
De los seis cañones, cuatro son cortos y dos largos con medidas entre 26 y 54 pulgadas.