Si hay una innovación que ha servido como herramienta para dar soluciones a los problemas cotidianos de una comunidad o un país es el voluntariado corporativo. Ese que tiene como finalidad facilitar la movilización del talento, tiempo y energía de los colaboradores o asociados de una empresa a favor del desarrollo social de forma sustentable.
Septiembre es el Mes del Voluntariado Corporativo en Banco General; su equipo de voluntarios es conocido con el nombre de Vecinos en Acción. Desde 2001 esta empresa ha sabido canalizar energías y desarrollar un Programa de Voluntariado Corporativo, logrando que sus colaboradores se mantengan involucrados, comprometidos y motivados con sus actividades a través del tiempo.
Mantener a la gente motivada y comprometida a veces no es tarea fácil, pues se sabe que cada colaborador tiene además sus propias responsabilidades de trabajo, familia, escuela, universidad, etc., aunque su fe y sus valores los impulsan a permanecer con su voluntariado. Lo que muchos descubren sobre la marcha es que esta labor puede llegar incluso a convertirse en una vocación.
Adicionalmente, existen otros factores que mueven a las personas a ser voluntarios por primera una vez y a mantenerse activos en un programa de voluntariado corporativo, tal como los desglosa Jacqueline Souter, gerente general de Responsabilidad Social y Comunicación del Banco General:
Carolina Freire, fundadora de Voluntarios de Panamá y creadora de la plataforma virtual Ponteenalgo.com, que conecta a cientos de organizaciones de voluntarios en Panamá, sostiene que el voluntariado corporativo es importante porque es una expresión del compromiso de una empresa con la comunidad y el país.
Es una manera de que las empresas fomenten las prácticas solidarias y contribuyan a construir una nación con mayor capital social y participación ciudadana. “Se ha comprobado que el voluntariado corporativo tiene un efecto positivo sobre la motivación de los colaboradores; contribuye a un mayor clima de compañerismo en la empresa, y brinda oportunidades para que estos desarrollen nuevas habilidades y aprendizajes”, añade.
Freire señala además que cada empresa organiza el voluntariado corporativo de manera diferente. Todo aquel colaborador que desee ser voluntario corporativo de su empresa debe acercarse a las personas encargadas y afiliarse. Debe preguntarse así mismo qué temas le apasionan o en qué le gustaría trabajar para cambiar, cuánto tiempo disponible tiene, y qué habilidades o destrezas puede brindar. Sin embargo, lo más importante es tener un alto sentido del compromiso.
Vecinos en Acción del Banco General ha establecido cuatro pilares de trabajo voluntario: voluntariado de conocimiento, de infraestructura y cuidado del planeta, de acompañamiento y apoyo emocional, y de solidaridad. Cada uno de ellos tiene diferentes actividades disponibles, en las cuales el voluntario puede participar de acuerdo a su capacidad y habilidades.
En Panamá, el 42% del voluntariado se canaliza a través de las organizaciones sociales que requieren de voluntarios para cumplir su misión. Según la última Encuesta de Voluntarios 2017, apoyada por el Banco General, el 21% de la población practica el voluntariado y desde el 2012 su valoración social ha aumentado.
El voluntariado corporativo en el istmo panameño se impulsa como parte de las estrategias de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Estas estrategias de RSE tienen su génesis con la adopción del Pacto Global de las Naciones Unidas, promovido en su momento por PNUD como una forma de incorporar al sector privado al logro de los objetivos de desarrollo mundiales. El Banco General fue una de las empresas pioneras que acogieron la idea y las puso en práctica.
Aún hay tiempo; aquellas empresas interesadas en el programa de RSE pueden acercarse a Sumarse o Voluntarios de Panamá para obtener información sobre cómo organizar su voluntariado corporativo, las buenas prácticas y las tendencias.
