Si usted es de los que corta la zanahoria para hervirla, debe saber que está restándole nutrientes.
Eso señala un estudio realizado por científicos de la Facultad de Agricultura de la Universidad de Newcastle -publicado el jueves-, que sugiere que las propiedades anticancerígenas de la zanahoria se potencian si no se corta el tubérculo hasta después de su cocción.
Las zanahorias cocidas enteras, según los científicos, contienen 25% más falcarinol (azúcar que tiene ese tubérculo). Al falcarinol, confirma el oncólogo panameño Roberto López, se le han encontrado propiedades citotóxicas (destruye células).
Sin embargo, coinciden López y el oncólogo Fernando Cebamanos, la investigación está en fase de laboratorio, por lo que aún no se puede decir que es un nuevo tratamiento para el cáncer.
La nutricionista Itzel Velásquez sí recomienda consumir las zanahorias. Eso sí: hervidas por poco tiempo, naturales (no enlatadas) y sin condimentos como “cubito” o “adobo”. Según explica, todos los vegetales con pigmentos verdes y anaranjados tienen antioxidantes que protegen las células.