Molestos y desesperados, algunos pacientes dañados por la cirugía láser de córnea denominada Lasik narraron, el viernes, sus malas experiencias a asesores de funcionarios federales del sector salud, señalando que sufren de dolor severo de ojos y de visión borrosa. Una persona testificó, incluso, sobre el suicidio de su hijo.
Los asesores recomendaron que el Gobierno advierta más claramente sobre los riesgos de esta cirugía, a la que se someten aproximadamente 700 mil estadounidenses por año.
Al igual que el astro golfista Tiger Woods, quien se sometió a dicha cirugía de corrección de córnea, ellos tienen la esperanza de deshacerse de sus anteojos. Y aunque la inmensa mayoría se beneficia del procedimiento logrando una visión de 20-20, cerca de uno de cada cuatro pacientes que buscan realizarse la operación Lasik no es candidato.
Una facción pequeña, quizás de 1% o menos, sufre efectos secundarios graves que cambian la vida, como deterioro mayor de la visión, ojo seco severo, resplandor, incapacidad de conducir de noche.
"Demasiados estadounidenses han sido dañados por este procedimiento y ya era tiempo de que se escuchara este mensaje", dijo David Shell, de Washington, a científicos asesores de la Administración de Medicinas y Alimentos (FDA) antes de que estos recomendaran a la agencia que proporcione advertencias más claras al respecto.
Shell, que se sometió a una cirugía Lasik en 1998, mostró fotos ampliadas que representan su mundo borroso. "Veo múltiples lunas", dijo. "¿Alguien quiere someterse al Lasik ahora?"