Imagine este escenario. Se encuentra usted pasando frente a una tienda en el centro comercial cuando en la ventanilla observa un producto que lleva mucho tiempo buscando. De inmediato entra a comprarlo, pero se percata que no tiene efectivo y además desconoce la situación actual de sus tarjetas de crédito.
Desde hace cinco años, países de Europa y algunos asiáticos han encontrado la solución a este dilema: la banca a través del celular; una innovación que, a pesar de su éxito en el viejo continente, ha demorado en cruzar el Atlántico.
The New York Times había anunciado hace dos años que Citibank iba a lanzar el servicio Citimobile –software que permite pagar cuentas, consultar fondos y hacer transferencias a través de su celular– para uso en Estados Unidos.
Dos años más tarde, una encuesta realizada por la firma estadounidense KPMG LLP revela que el servicio ha tenido muy poco éxito. El 91% de clientes de estos bancos nunca ha siquiera probado el sistema.
A pesar de esto, según la revista Digital Journal, se siguen anunciando nuevas innovaciones para la banca móvil, como la posibilidad de reclamar cheques tomándoles una foto con el celular o la de efectuar pagos por medio del celular como se haría con una tarjeta de crédito.
En Panamá aún no existen estos servicios y varios bancos de localidad prefirieron no hablar del tema al ser consultados.
Maritza Newton de Ruiz, de 46 años, dice que lo usaría solamente “si los bancos pueden garantizar la seguridad del sistema y que nadie pueda tener acceso a mi información”.
César Sanjur y Francisco Quiroga, ambos jóvenes de 18 años, concuerdan con Maritza. “Ya es bien fácil robar la información de las personas por medio del internet. Prefiero hacer mis transacciones bajo el techo del banco” dice Sanjur.
Quiroga, sin embargo, afirma que sería cómodo poder chequear el balance de sus fondos por el celular.