Las bicicletas son consideradas uno de los métodos más eficientes de transporte. No crea contaminación, ni ambiental ni auditiva, es más barata, es más fácil de maniobrar, puede ir casi a cualquier lugar y, además, manejarla es un buen ejercicio cardiovascular.
Tanto así que la Organización Mundial de la Salud ha reportado que el ciclismo es una actividad “altamente recomendada para estar físicamente activo y en buena salud”.
Gerinaldo Martínez, ortopeda y fisiólogo deportivo, agrega que el ciclismo controla la aparición de ciertas patologías como problemas cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes y colesterol alto. Además, le crea poca presión a las rodillas, por lo cual también se utiliza para rehabilitación.
Sin embargo, Martínez apunta que sí existen ciertas afecciones relacionadas con el ciclismo. “Se puede dar lo que se conoce como la rodilla del ciclista”, apunta el doctor. Se trata de “una afección a los tendones de la rodilla”, cita.
Martínez le suma a esto quejas por dolor de espalda, problemas en la muñeca, inflamación del talón y problemas cervicales.
Además, desde que en 1996 Lance Armstrong, campeón histórico del ciclismo, fue diagnosticado con cáncer testicular, ha existido una preocupación de que el desarrollo de este padecimiento esté ligado al ciclismo.
En tanto, el oncólogo Jaime E. Boyd plantea, sin embargo, que hasta el día de hoy “no hay ninguna evidencia que conecte el montar bicicleta con el cáncer testicular”. El doctor Martínez, por su parte, asegura que sí se han reportado afecciones de la próstata, la uretra y casos de disfunción eréctil asociados al ciclismo.