Cómo destruir un matrimonio perfecto

Cómo destruir un matrimonio perfecto
Cómo destruir un matrimonio perfecto

Apenas son las cuatro es la obra más corta y más compleja que he visto este año en Panamá. En escena hasta el 12 de diciembre en el Teatro El Ángel, este último trabajo de Producciones Talingo es una versión libre de la obra del mexicano Tomás Urtusástegui. Aunque no dura más de 60 minutos, con sus inesperados matices esta comedia logra transportarnos de un sentimiento extremo al otro una decena de veces.

Eulalia (interpretada por Alejandra Araúz) y Romualdo (Eric de León) son una pareja como pocas veces son planteadas en el teatro: aparentemente son felices. Romualdo es el esposo modelo que no solo ayuda a sus hijos con sus tareas y cocina los sábados y domingos, sino para colmo también es “aceptable en la cama”. Eulalia reconoce el valor de tener el marido que tiene, pero la rutina y tanta bondad marital la están matando. Para explorar su otredad, Eulalia le propone una movida pecaminosa a su esposo, que este acepta sin mucho interés.

En su versión original, la obra explora las desventajas de tener un matrimonio perfecto, o más concretamente, esa necedad humana de nunca estar satisfecho con lo que se tiene. Bajo la dirección de José Batista, la obra se atreve a ir más allá y explora el condicionamiento de la mujer por los medios de comunicación y nos hace enfrentar nuestras reacciones a la violencia intrafamiliar.

Eulalia, adicta a las telenovelas, se comunica con su esposo interpretando diferentes personajes, desde villana mexicana hasta caponera colombiana. Muchas de sus frustraciones son producto de los comportamientos y expectativas irreales de las tramas melodramáticas que le han invadido el cerebro. Sin duda, interpretar más de cinco personajes y mantener la tensión de la obra en un espacio tan corto de tiempo sería un reto para cualquier otra actriz que encare el papel de Eulalia. Pero desde la primera escena, Alejandra Araúz demuestra por qué es considerada una de las mejores actrices jóvenes de Panamá.

Araúz ha desarrollado al detalle las varias capas de sus múltiples personajes y los muestra con gran brío, sintetizándolos en una muy madura propuesta actoral. Al mismo tiempo, es una actriz generosa que le brinda espacio y emoción de fondo necesarios para que su compañero de escena pueda transmitir las desventajas de ser un marido perfecto. La escena final de Araúz se llevó los aplausos de un público que no sabía si reír o llorar ante tanta violencia injustificada. Desafortunadamente, esta escena es seguida por una muy innecesaria y poco consecuente reflexión del esposo sobre la influencia de las telenovelas en las mujeres. Sin querer, el esposo parece desligarse por completo de la responsabilidad de sus actos.

La obra utiliza un juego de sonidos bastante abrupto para hacernos entrar en el mundo de las telenovelas. Aunque terminé acostumbrándome a estas interrupciones, los sonidos llegan a colmar de símbolos de una puesta en escena que en términos de escenografía ya estaba cargada de demasiado ruido. El director debió haber confiado más en la ingeniosa idea de explorar las motivaciones de Eulalia y la sólida interpretación de Araúz, y haber eliminado tanto artificio innecesario.


LAS MÁS LEÍDAS

  • Los combustibles bajarán de precio a partir de este viernes 12 de diciembre. Leer más
  • Gobierno anuncia acuerdo sobre salario mínimo: así quedarán algunas tasas por regiones. Leer más
  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Jubilados y pensionados: así será el pago del bono navideño y permanente. Leer más
  • Embajador de Estados Unidos toma el desayuno chino con la diputada Patsy Lee. Leer más
  • Contraloría inicia auditoría a fondos que transfirió el MEF a gobiernos locales en el gobierno de Mulino. Leer más
  • Del poder a los tribunales: los casos que cercan a altos funcionarios del gobierno de Cortizo. Leer más