Reconocido como uno de los pintores más representativos del país, Manuel Chong Neto recurría a la figura moderna y contemporánea para lograr múltiples planos yuxtapuestos.
Utilizaba los ojos agrandados, eliminaba cuellos y distorsionaba las formas en un acto eminentemente simbólico. Mostraba personajes de diferentes épocas en un mismo escenario.
Así resumen diversas reseñas biográficas la pintura del artista.
Chong Neto, quien ayer murió a los 82 años, se consideraba a sí mismo un romántico desde que adoptó el neo-humanismo como forma de expresión. Frente a sus cuadros es necesario “volver a mirar”; reconstruir distintos aspectos de nuestra memoria para entender un universo transfigurado, añaden las reseñas.
El pintor panameño Antonio Imbert señala que la muerte de Chong Neto es una gran pérdida para las artes plásticas del país, ya que era un artista con un estilo de alto nivel que transmitía sus pensamientos a través de la brocha y de sus obras en acuarela.
Imbert describe a Chong Neto como un hombre callado, de pocas palabras, pero que todo lo decía a través de su pintura, así como un gran maestro de las artes plásticas del Siglo XX.
Agrega que el maestro no solamente era un pintor destacado, sino también un ejemplo en el campo familiar. “Siempre se le veía en compañía de su esposa para arriba y para abajo como una pareja alegre e inseparable”, acota.
Para Imbert, las pinturas de Chong Neto evidenciaban que las técnicas utilizadas no habían sido escogidas al azar.
Por su parte, Roberto Fajardo, doctor en artes visuales y profesor de la Universidad de Panamá, lo considera como “uno de los pintores más importantes que ha producido nuestro país”.
De padre chino y madre panameña, Chong Neto representa un modelo ejemplar de lo que es la riqueza de nuestra herencia multi-étnica y multi-cultural, indica.
Formado en la disciplina de los grandes maestros en una de las escuelas de arte más importantes de latinoamérica, la Academia de San Carlos en México, “desarrolla un trabajo de gran corte intimista y absoluto dominio de los procesos pictóricos”, destaca el especialista.
Además, “supo expresar como nadie” la sensualidad latinoamericana a través de sus “gorditas”, y sus paisajes y bodegones “muestran maestría” en el uso del claro oscuro y el plano pictórico. Todo en un trabajo que es reconocido en el ámbito nacional e internacional.
Chong Neto “fue una persona afable y de fino tratar, tal vez, parte de su herencia oriental”, destaca Fajardo, quien además considera que fue un artista sensible a las demandas del desarrollo del arte en Panamá.
Lo demostró al participar de “manera decisiva y altruista” de la Comisión que da origen al primer curso de Artes Plásticas en el ámbito universitario que tuvo su inicio en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Panamá en las décadas de 1980 y 1990.
Con su partida, “el país pierde uno de los más grandes pintores de nuestra historia republicana”, enfatiza Roberto Fajardo.
La impresión del gestor cultural Roberto King sobre Chong Neto, es que, junto con otros destacados expositores de las artes plásticas en Panamá, es el responsable de haber elevado este arte a niveles internacionales.
En su época realizó un trabajo que “quizás por primera vez aportaba una personalidad plástica en Panamá”, dice King, quien destaca que ha habido muestras plásticas en varias épocas, pero antes no había “oportunidad de exportarse”.
Además de su trabajo artístico, se desempeñó como maestro, dejando su aporte a muchas generaciones de artistas, recuerda el gestor cultural.