Ana Alfaro Especial para La Prensavivir+@prensa.comLa llaman “la fruta nacional de Jamaica”, a pesar de ser originaria de África, y su nombre en inglés, ackee, viene de Akee fufu; en español se llama akí o seso vegetal; en francés, aki arbre o fricasèe; en portugués, castanheiro do Africa y en alemán, akibaum.
Los jamaiquinos hablan de ella con reverencia, como si tuviera poderes supernaturales.
De que tiene poderes no hay duda, pero son más bien del tipo “como no me laves y cocines bien te mato”.
Porque verás, este pariente del lichí contiene hipoglicina A y B, que puede resultar altamente tóxica.
Por ello, el akí no se cosecha hasta que no se haya abierto la fruta, donde se separa la “carne” blanca del fruto de las cáscaras rojas y las pepas negras, ya que ambas contienen toxinas alcaloides que pueden causar la versión jamaiquina de la “venganza de Moctezuma”.
Otros ingredientes famosos de la cocina jamaiquina son la fruta de pan, la hoja del amaranto (callaloo) y muchas otras familiares: marañón, yuca, ñame, boniato, chayote (chocho) guanábana (soursop) mamey, y todo tipo de plátanos y bananos, amén de cítricos y piñas.
Pero una especia importantísima para Jamaica, del género de las Mirtáceas, es su nativa pimienta dulce o pimienta dioica, a quienes ellos llaman pimento, y el resto del caribe, spice o allspice.
Sin ella, difícilmente hubiera existido uno de los grandes deleites de la cocina jamaiquina, la barbacoa preparada con jerk rub.
Este último es una marinada en seco, (ver recetario) que se aplica a peces, mariscos, carnes de aire y tierra, y puedes encontrar en media calle en cualquier ciudad jamaiquina, de venta en puestos ambulantes como carne en palito, donde lo acompañas con el equivalente jamaiquino de una hojaldre.
