No cabe duda alguna que en la mente del panameño los trajes típicos son patrimonio nacional de casi tanta importancia como la bandera y el escudo.
Sin embargo, tal vez sí existan dudas sobre cuántos tipos de polleras y montunos hay y, más importante aún, cómo se diferencian unas de otras en su uso.
Esa fue la iniciativa del Centro de Arte y Cultura, la Comisión Nacional de Folclore, el Instituto de Estudios y Tradiciones Étnicas y Culturales de la Universidad de Panamá (extensión de Veraguas) y la Coordinación de Folclore de la Ulacit y la UIP, durante la tarde del pasado sábado.
Todos estos entes buscaban dejar clara la reglamentación del vestuario folclórico nacional, haciendo gala de varias polleras históricas.
Tras abrir con una invocación religiosa, recitar la poesía Pollera Panameña y las palabras de cada uno de los representantes folclóricos presentes, el público presente en el auditorio de la Ulacit presenció el desfile de varias polleras, al mismo tiempo que escuchaban ciertos datos curiosos que tal vez desconocían.
Por ejemplo, “¿sabía usted que la falda de las polleras originales era mucho más angosta que la pollera actual?”. Así lo explicó Dolores Cordero, directora del Instituto de Estudios y Tradiciones Étnicas y Culturales de la Universidad de Panamá.
Agregó que “no es que la pollera más ancha esté mal, lo que ocurre es que con el pasar del tiempo muchas personas le han plasmado su toque personal al diseño de la pollera, lo cual hace que vaya evolucionando poco a poco”.
Otra curiosidad que se vio esa tarde fue la pollera de “globos”, llamada así por la tela estampada que sale del convencional blanco y los trajes afro-coloniales con tonos llamativos.
Casi todas las provincias tienen su versión del traje típico, siendo Darién la última en adaptar una en la década de 1960.