Unas 30 millones de personas padecen de demencia senil en el mundo, según los últimos cálculos del Consejo de Investigación Médica de Gran Bretaña. Eso podría parecer poco alentador para quienes están llegando a la tercera edad.
Pero no debe serlo. Expertos del centro King’s College, en Londres, analizaron a mil 300 personas con demencia senil, considerando factores como jubilación, educación y empleo.
El estudio concluyó que las personas que se jubilan más tarde tienen menos riesgo de sufrir Alzheimer que quienes se jubilan antes.
La geriatra Cecilia Donderis sostiene que, aunque el trabajo estimula la mente, “también las personas que se mantienen neurológicamente activas pueden desarrollar demencia. Sin embargo, no se debe descartar la importancia de mantenerse activo. Es mejor bajar los riesgos de sufrir demencia que resignarse a la llegada eventual de esta”, dice.
El médico general Vladimir Villarreal concuerda con Donderis, explica que para mantener la mente ejercitada, “se recomienda hacer crucigramas y Sudoku”.
La mente, explica Villarreal, es como un músculo: “si lo dejas de usar, eventualmente se atrofia”.

