Preguntan si ya no es necesario incluir en las cartas un saludo como el acostumbrado “Estimado señor o Apreciada señorita tal”.
1. La carta es una comunicación escrita, formal o familiar, que se establece entre personas que, normalmente, están lejos. Al estructurarla, hay que tomar en cuenta a quién le escribimos, qué relación existe con el destinatario; con qué propósito le escribimos; en nombre de quién lo hacemos; y qué situación comunicativa nos hace escribirla.
2. Por todo lo anterior, y especialmente porque las personas involucradas no están una frente a la otra sino que están lejos; porque la carta se hace llegar al destinatario a través del correo o mediante la intervención de un mensajero; y, por último, porque pasa algún tiempo entre el momento en que la carta se escribe y cuando se recibe, hay que respetar su forma fija y ordenada para que surta el efecto deseado.
3. Son partes de la carta el lugar desde donde se escribe, y la fecha; si es una carta formal (esto está relacionado con el destinatario), debe llevar un encabezamiento (Da. Carmen Jacinta Quivas/ México), seguido, obligatoriamente, por el saludo: Distinguida señora o Estimada amiga. Continúa, después, el cuerpo de la carta, la despedida y la firma.
“La siguiente es una carta en la que el pretendiente de una joven le solicita al padre autorización para visitarla”.
Panamá, 24 de enero de 2011.
D. Eusebio Cedeño Calle Central, Las Tablas.
Estimado señor Cedeño:
Tuve el grato honor de conocerlo en la reunión familiar celebrada en la casa de su hermana Eterilda en Betania, en la ciudad de Panamá, el día de Navidad próximo pasado. Ya me había sido presentada su hija Yarisnelda, quien me ha impresionado muy positivamente por su seriedad y don de gentes, y me gustaría solicitar su autorización para visitarla acá en Panamá, y conocerla un poco mejor. Me interesa establecer con ella una relación seria, y no hay mejor forma de iniciarla sino solicitando el visto bueno de los padres.
Espero su respuesta, y, mientras tanto, reciba mis atentos saludos,
Rufino Chanis
Como puede observar el lector, el joven señor Rufino Chanis es todo un caballero. Es una situación que parece del pasado. y es poco común. Por lo mismo, le queda muy bien la formalidad de una carta, ya que no podemos afirmar que en Panamá no existan aún personas como él. La carta mantiene un tono respetuoso, y le habla con plena claridad al posible suegro: pide permiso para visitar a su novia, pero le da cierto espacio de tiempo al señor Cedeño para que piense lo que contestará.
La situación se plantea un poco diferente en los correos electrónicos, que son rápidos y dan pie a cierta improvisación que caracteriza a la vida moderna.
No parece adecuado que un caballero le escriba a otro un e-mail como el siguiente:
Hola, señor Cedeño.
Lo conocí a usted en la reunión familiar de Navidad en la casa de su hermana Eterilda en Betania, en la ciudad de Panamá. Desde entonces he estado pensando solicitarle permiso para visitar a su hija Yarisnelda, con quien quiero establecer una relación seria. Me gustaría solicitar su autorización para visitarla acá en Panamá.
Espero su respuesta, y, mientras tanto, reciba mis atentos saludos
Como puede apreciar el lector, la carta es mucho más formal y efectiva para una comunicación de este tipo.
La Academia de la Lengua recomienda:
Tome en cuenta la situación de comunicación en la que se encuentra usted cuando va a escribir una carta.
Incluya en sus cartas el lugar desde donde escribe y la fecha. Tome en cuenta que si la carta no es familiar, debe llevar un encabezamiento. Diríjale al interlocutor un saludo como los siguientes: Estimado amigo, estimada señora, estimados clientes, distinguidas señoras, etc.
Evite saludos como estos: Muy señor mío, mi muy estimada señorita.
Después, escriba el cuerpo de la carta, incluya una despedida y firme.