Dicen las leyendas que una gitana maldijo, hace siglos, a la familia Grimaldi: le dijo que no encontraría felicidad en el amor.
Y la maldición pareció cumplirse con Grace Kelly, el gran amor —y esposa— de Rainiero.
Se conocieron en 1955; él tenía 31 años y ella 25.
Grace era la atracción estelar del festival cinematográfico de Cannes, con un Oscar en su haber por The Country Girl. Aunque las revistas del corazón dicen que no fue amor a primera vista, se casaron el 19 de abril de 1956 en la catedral monegasca de San Nicolás, en una ceremonia plagada del jet-set internacional. Fueron más de 600 invitados, entre estos el Aga Khan, Cary Grant, Ava Gardner, Gloria Swanson y Aristóteles Onassis.
Rainiero vestía el uniforme de gala de Mónaco, y Grace un traje de la diseñadora Helen Rose de los estudios MGM: era de cuello alto, manga larga, con miles de yardas de tafetán de seda, peau de soie, tul y encajes.
Diez meses después nació su promogénita, Carolina. Alberto nació al año siguiente y Estefanía en 1965.
En 1982 estalló la tragedia: Grace Kelly murió en un accidente de auto bajo circunstancias dudosas. El príncipe nunca se volvió a casar.
Los futuros herederos
Los hijos de Rainiero han ayudado a mantener ocupados a los diarios sensacionalistas.
Alberto asumió el liderazgo de Mónaco el pasado 31 de marzo. Está soltero, aunque ha sido ligado a numerosas modelos (ver nota de al lado).
En la sucesión al trono, le sigue la princesa Carolina, casada con Ernest Hannover, y sus hijos: Andrea, de 20 años; Carlota, de 18; Pierre, de 16 (los tres hijos de Stefano Casiraghi, fallecido en un accidente de lanchas), y la pequeña Alexandra, de cinco, fruto de su matrimonio con Ernest.
Su vida también ha estado plagada de tragedias. Su primer marido fue Philip Junot, a quien pidió se anulara el matrimonio. El amor de su vida fue Casiraghi, y su tercer matrimonio con Hannover ha sido turbulento por el carácter de éste: actualmente cumple ocho meses de libertad condicional y debió pagar una multa en el 2001 por haber pateado a un fotógrafo y por golpear al dueño de un hotel en Kenia.
De sexta en línea de sucesión está Estefanía, de 40 años, "la princesa rebelde". Su vida ha sido la más turbulenta: luego de una juventud plagada de romances, se casó con su guardaespaldas, con quien tuvo dos hijos: Louis y Pauline (también en línea de sucesión). Luego nació Camille, de padre desconocido (no puede ser heredera porque no nació de un matrimonio reconocido).
Hace algunos años, Estefanía se enamoró de un entrenador de elefantes y se casó con un acróbata de circo.
Según el historiador Jean Des Cars, los rumores sobre que era ella quien conducía el auto de su mamá, destruyeron a la princesa. "Imagínese: Estaba afectada por la pérdida de su madre, conducía el automóvil que cayó al vacío, y después la acusaron de matar a su madre", manifestó Des Cars, autor de Inoubliable Grace de Monaco (Inolvidable Grace de Mónaco).
Sobre Mónaco
Este diminuto Estado de solo dos kilómetros cuadrados o 197 hectáreas (más pequeño que el Central Park en Nueva York) ha estado gobernado desde 1297 por la dinastía Grimaldi, que proviene de Génova.
En el principado viven unas 32 mil personas, aunque diariamente se suma la misma cantidad que llega de Francia e Italia para trabajar. Está ubicado frente a las costas del Mediterráneo; la ciudad francesa más cercana es Niza.
En el caso de extinguirse la dinastía Grimaldi, Mónaco pasaría a manos de Francia.
Basado en servicios internacionales.