Las rutas turísticas de provincias centrales

Las rutas turísticas de provincias centrales


Los países son reconocidos por sus íconos. Las pirámides de Giza representan a Egipto. La Gran Muralla a China. El Gran Cañón de Colorado a Estados Unidos. Pero el turismo en esos países no se limita a esos sitios solamente. Las imágenes de esos reconocidos símbolos publicitadas en todo el mundo, abren las puertas a mucho más.

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El Panamá de los 4 millones de turistasSemana Santa en el Casco ViejoEl verano PanamusicalEl parque arqueológico El CañoEl fuerte Terable, sobre el río BayanoLos caminos ancestrales y el turismo modernoLa capilla de la palanganaVenta de cruces

El ícono archiconocido y asociado internacionalmente a Panamá es su Canal. Es también su producto más buscado. Con la posible excepción de los turistas que entran a Bocas del Toro desde Costa Rica, la experiencia única de explorar el Canal de Panamá es perseguida por todo extranjero que pone pies en nuestro país.

Su localización en el centro geográfico del país hace que sea fácilmente accesible desde los hoteles ubicados en la moderna capital panameña, donde se encuentra el 70% de las habitaciones del país. Los mayoristas de turismo panameño ofrecen más de 25 paquetes turísticos basados en la cuenca del Canal. Excelente, hagamos que el Canal siga abriendo las puertas de Panamá para mucho más.

En el Panamá del futuro cercano, cuando nos hayamos decidido a hacer las cosas bien, la experiencia canalera será solo el inicio del periplo del visitante. Ese Panamá recibirá 4 millones de turistas deseosos de conocer el país que se esconde detrás de rascacielos y centros comerciales. El turista ya no vendrá por tres días, sino por una o dos semanas. Ya no vendrá solo, sino con su familia entera.

¿Qué le ofreceremos para complementar su visita a la octava maravilla del mundo?

Las provincias centrales de Panamá son un área de expansión lógica para el visitante que ya vivió la experiencia canalera y cuenta con días adicionales para invertir en nuestro país. Apenas a dos horas del aeropuerto de Tocumen se abren historias, paisajes y tesoros patrimoniales especiales, listos para que los panameños los desarrollemos y promocionemos.

Los circuitos turísticos se arman alrededor del sitio de hospedaje del turista. La norma sugiere que los traslados no deben ser mayores a dos horas desde su hotel. Además, las giras deben ser de medio día o de día completo.

En Coclé existe ya un núcleo hotelero en las playas de Antón. Más de 2 mil habitaciones de hotel acomodan a turistas de toda América y Europa. El aeropuerto internacional de Río Hato, de poco tráfico por la escasa, desenfocada y reactiva promoción internacional del país, apoya a la llamada Zona 4 de Desarrollo Turístico creada por el Instituto Panameño de Turismo hace dos décadas.

El principal destino turístico de los huéspedes de Antón hoy sigue siendo el Canal de Panamá, a solo 90 minutos por tierra. Pero un Panamá promocionado como destino de aventuras y recibiendo el doble de turistas deberá crear nuevos circuitos. Después de todo, la descentralización era uno de los objetivos de la creación de las zonas de desarrollo turístico por el Estado en la década de 1990.

Desde Antón, el circuito hacia el oeste deberá incluir el imponente y majestuoso chorro de Olá, para lo cual se requiere la reparación de la carretera a ese poblado y la construcción de un mirador con facilidades; una caminata por el túnel secreto que unía a la iglesia colonial de Natá con el cerro San Cristóbal, utilizado como ruta de escape por los españoles de antaño, y que hay que rehabilitar; y una visita guiada al Parque Arqueológico el Caño, con su museo y centro de visitantes completos y resueltamente decididos a recibir al público masivo, ansioso por conocer nuestra rica historia precolombina.

Una segunda gira al oeste incluirá una visita a las tierras altas de Coclé y Veraguas, conociendo la historia de mestizaje detrás de la iglesia de San Francisco, visitando las comunidades Ngäbe-Buglé, flotando por las cristalinas aguas del río Santa María cerca de Santa Fe, y terminando con una visita guiada a La Yeguada y su sorprendente volcán, el menos conocido de los tres que rugieron alguna vez en el istmo.

La zona comprendida entre Pedasí y playa Venao, ubicada al sur de Azuero y a 5 horas de la capital, está llamada a convertirse en otro polo de desarrollo turístico futuro. Esa franja de playas ya acomoda decenas de hostales y pequeños hoteles. Para maximizar su potencial, propongo que Panamá promocione a Pedasí como centro mundial de observación marina. Embarcaciones bien equipadas llevarán a los turistas a observar ballenas y delfines mar adentro, con toda seguridad y confort.

El circuito naturista debe incluir la contemplación del sagrado rito anual de desove de tortugas en las playas de Cambutal y Guánico, la observación de la exuberante naturaleza de Isla Cañas y una visita a las prístinas playas blancas de Isla Iguana, para observar a las ídem.

Entre Santiago, Pedasí y Antón, existen muchas otras oportunidades para aventuras que a los panameños nos pasan desapercibidas, pero que para el turista serían memorables. ¿Cuántos no estarían dispuestos a pagar por participar de la zafra, cortando caña machete en mano? ¿Cuántos se desvivirían por acompañar a nuestros pescadores artesanales en sus faenas frente a las costas e islas de Veraguas, si tan solo supieran cómo reservar un cupo?

John Doe, preso de la monotonía frente a su computadora en su fría oficina neoyorquina, sueña todos los días con experiencias como esas y está listo para reservar su vuelo. Mientras nosotros, mudos, sordos y ciegos, haciendo gala de indolencia, nos contentamos con ver cómo John encuentra y se decide por otro destino ajeno a Panamá. Lo que no se anuncia no se vende.

Los mayoristas panameños lo saben. La población en general lo intuye. ¿Qué hace falta? Sencillo: la llegada de turistas en volumen suficiente que justifique la inversión en buses, contratación y capacitación de guías, uniformes y publicidad. Para ello, la reconstrucción de la maltrecha industria turística panameña debe empezar por una inversión publicitaria inteligente y sustentada por la investigación de los mercados relevantes para Panamá –no los fáciles ni baratos–, acompañada del desarrollo de nuestro “producto turístico”.

La ausencia de publicidad en el exterior ha significado la pérdida de ingresos millonarios al país, con un efecto desastroso que alcanza a todos los sectores económicos y toca a todos los hogares.

Es hora de revertir el inmenso error. Felizmente, el 1 de agosto entra en vigencia la Ley del Fondo de Promoción Internacional de Panamá y asume funciones una junta directiva integrada por panameños capaces, laborando ad-honorem. Son muchas las esperanzas que se ciernen sobre ella.

Apoyémosla todos, desde el Cerro Ancón hasta el Canajagua. rejimeneze@hotmail.com

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