El deporte no escapa la violencia que se vive en estos tiempos y en Panamá en los últimos años se han registrado múltiples casos que involucran atletas con trayectoria local y otros con trascendencia internacional.
Sin embargo, en el fútbol cerca de 20 deportistas han muerto producto de hechos de violencia, en los últimos 27 años. La mayoría por arma de fuego.
Emerge como una cifra preocupante si se toma en cuenta que sería una muerte cada 16 meses (un año y cuatro meses).
El caso más reciente se dio este sábado 15 de abril de 2017 cuando fue muerto a tiros en Colón el seleccionado y jugador del Árabe Unido Amílcar Henríquez, en un hecho donde el fútbol no ha pasado desapercibido.
Desde 1990 es que se tiene el registro de la primera caída de un futbolista con la muerte de Miguel Tello, uno de los jugadores más queridos por la afición cuando el fútbol semiprofesional de Anaprof estaba dando sus primeros pasos comenzaron a darse otros casos.
Miguel Tello, la Alegría del Pueblo, fue uno de los primeros que falleció en circunstancias parecidas.
Tello, jugador del Plaza, fue el goleador y el jugador más valioso del primer torneo de Anaprof en 1988, cuando su equipo alcanzó su primera estrella, el jugador era conocido como la Alegría del Pueblo y murió a los 19 años en el sector de Barraza un 11 de marzo de 1990.
Por esos tiempos Anaprof instituyó el Tello de Oro, un trofeo traido desde Colombia, para recordar a uno grande al que la violencia le cortó su camino.
A partir de 2003 empezaron con más frecuencia los casos de futbolistas de diferentes edades y en circunstancias parecidas fallecieron producto de la violencia y la delincuencia.
Daniel Montilla, seleccionado nacional, jubilado de la Policía, goleador y entrenador, murió en 2003 producto de la delincuencia cuando le intentaban robar.
El futbolista del Atlético Panamá y de varios clubes chorreranos fue uno de los jugadores panameños que estuvo en la primera eliminatoria mundialista en 1976.
Emmnuel Ceballos, seleccionado nacional en la Copa Centroamericana de 2003, fue muerto ese año por una bala perdida cuando se encontraba con su novia en una discoteca, en momentos cuando el país vivía la gloria con su selección Sub 20 que se preparaba para jugar en el Mundial de Emiratos Árabes Unidos.
Javier Castro, exjugador del Plaza Amador y de la selección, fue ultimado en Barraza en las mismas circunstancias en 2004.
Gustavo Cisneros fue muerto a balazos en el sector de Plaza Amador, en la ciudad capital.
Por años no se volvió a conocer de más hechos lamentables en el fútbol panameño hasta 2008 cuando mataron a David Pontiles.
Pontiles, jugador del Alianza de 24 años, había formado parte del plantel que jugó la final en el Apertura de 2003, murió en mayo de 2008 cuando conversaba con unos amigos en su casa, en Tocumen, y fue acribillado por desconocidos que se movilizaban en un automóvil.
Cinco meses después fue asesinado Manuel Aparicio, un jugador que había sido miembro de una selección Sub 20, murió cuando recibió varios disparos en el sector de Loma Bonita, en el distrito de Arraiján.
Un año después (2009) falleció a tiros Abdul Galván Ruiz, de 22 años, jugador del Chorrillo FC, cuando supuestamente una persona encapuchada lo mató a balazos.
El 2011 fue nefasto para el fútbol panameño en el que murieron tres jugadores y un entrenador.
En mayo acribillaron a Javier de La Rosa en el cancha del colegio Artes y Oficios, cuando se disponía a subir al bus después de haber conseguido el pase a la final con el Chorrillo en un partidazo donde derrotaron al Tauro.
Con 21 años de edad había formado parte de las selecciones juveniles, más adelante tuvo problemas con la ley y retornó al fútbol, pero el pasado no le perdonó y fue abatido casi que en plena faena. Formó parte del equipo que participó en el Mundial Sub-20 de 2007 en Canadá.
En julio de 2011 fue abatido Abdul Chiari, en ese entonces asesor técnico del Árabe Unido, cuando se dirigía al Armando Dely Valdés, en la provincia de Colón.
Por un tiempo había emigrado a Estados Unidos y en Colón fue asesinado por un menor de edad.
Enrique Augusto Bulgin, de la Sub 19 del Tauro, fue asesinado en agosto de 2011 en al vía Cincuentenario.
En diciembre de ese año Eric Luna, de 18 años, guardamenta del equipo de reservas del Plaza Amador, fue asesinado a balazos cuando conversaba con unos amigos en su casa en la ciudad capital. Un carro apareció a velocidad y disparó sobre el jugador.
En 2012 año resultó muerto el portero Gilmar Torres, ex seleccionado nacional, en Ciudad Radial. Tenia 26 años. Jugó en Alianza, Tauro, Atlético Chiriquí y Suntracs.
Le había dado la clasificación a Panamá en un partido contra los ticos en un repechaje para el Preolímpico de Estados Unidos 2008. El hecho fue confuso, se se dijo que fue su baleado por equivocación.
Otro seleccionado de las menores que fue víctima de la violencia en marzo de 2013 fue Bryan Santamaría, de 18 años, jugador del Atlético Chiriquí y mundialista con Panamá en México 2011, falleció a tiros en David, Chiriquí.
En 2013 murió Jesús 'Chu' González, exseleccionado nacional y exmiembro del Plaza Amador, unos días después de recibir golpes después de que unos delincuentes intentaron robarle en Santa Ana.
En julio de 2013 falleció Miguel Lasso, uno de los grandes exponentes del fútbol sala, fue abatido a balazos en la madrugada del domingo 21 de ese mes a la salida de la discoteca en el sector de La Gran Estación.
Lasso había sido el máximo artillero del premundial de Guatemala de 2012 con 9 goles y en el Mundial de Tailandia hizo 2. Estuvo en más de 10 torneos de futsal en Panamá y había sido goleador en 7 de ellos, se dice que llegó a marcar hasta más de 400 goles.
Juan Serrano, jugador de Panamá Oeste, fue acribillado en marzo de 2014 en El Porvenir de Pedregal. Jugó en Chorrillo FC y Alianza FC, así como en Tierra Firme FC y CD Pan de Azúcar, ambos de la LNA.
Se encontraba junto a un amigo en una vereda cuando fueron sorprendidos por unos sujetos que llegaron en un vehículo y les dispararon.
Julio Andrade, de 22 años, fue asesinado en un callejón de la calle 10 y avenida Santa Isabel, en el corregimiento de Barrio Sur en Colón.
Fue jugador de las reservas del Árabe Unido y Sporting San Miguelito, tenía prontuario delictivo, de acuerdo con la Policía Nacional de Colón.
En marzo de 2016 cayó productos de las balas Edgardo Ulises (tenía 16 años), un joven jugador de las categorías menores del Río Abajo FC. El confuso hecho se dio en las inmediaciones del Rommel Fermández cuando desconocidos procedieron a disparar hacia donde estaba él.
Ulises se perfilaba como una promesa para la categoría Sub-17 de Panamá.
Ahora este sábado 15 de abril de 2017, Amílcar Henríquez murió en Nuevo Colón, provincia de Colón, cuando recibió múltiples disparos cuando estaba con unos amigos.