Después de pasar toda su carrera con la organización de los Bravos de Atlanta, primero en ligas menores desde que fue firmado en 2008 y luego de 2013 a 2015 en Grandes Ligas, Christian Bethancourt llega esta temporada a su nueva casa y con metas fijas: establecerse y tener una larga carrera con los Padres de San Diego.
Christian Bethancourt
Así de claras fueron las declaraciones del receptor panameño de 24 años, reproducidas por el San Diego Union Tribune, cuando se presentó el fin de semana al campamento de entrenamiento primaveral de los Padres, en Arizona, luego de haber solventado el problema de visado que retrasó su llegada.
Bethancourt fue adquirido en diciembre del año pasado por San Diego en un canje en el cual Atlanta recibió a cambio al lanzador Casey Kelly y al pelotero de ligas menores Ricardo Rodríguez.
Considerado en su momento como uno de los 100 mejores prospectos y receptor del futuro, Bethancourt no pudo llenar todas esas expectativas con los Bravos en su intento de ocupar el vacío dejado por Brian McCann, y el año pasado terminó por dejar la titularidad en manos del veterano A. J. Pierzynski.
Ahora en este nuevo comienzo deberá luchar por demostrar ese potencial, así como su recuperación de la operación de la rodilla izquierda a la que sometió durante la temporada muerta.
A su favor, Bethancourt tiene la confianza de la organización y del nuevo mánager de los Padres Andy Green.
“Este chico tiene una tonelada de capacidad en bruto. Tiene 24 años, con una tonelada de alza y mucho trabajo por delante para él. Vamos a ayudarle a realizar ese trabajo y ser parte de este equipo”, señaló Green con respecto al novel receptor panameño.
De hecho, ese trabajo comenzó en enero cuando los Padres enviaron a Panamá a su nuevo entrenador de bateo Alan Zinter y al instructor de receptores Riley Westman, para reunirse con Bethancourt.
Andy Green
Mánager de los Padres
Ambos realizaron con Bethancourt una serie de sesiones de entrenamiento para mejorar tanto su posicionamiento con guante y el bloqueo detrás del plato, así como la sincronización y ritmo en la parte ofensiva.
“Solo tratamos de conseguir que él se sintiera cómodo para alcanzar su mejor nivel, ya que en muchas ocasiones el problema radica en que estos chicos ponen demasiada presión sobre sí mismos”, comentó Zinter sobre el trabajo que se hizo.
En tanto, al tocar el tema de la operación de su rodilla, Bethancourt señaló que ya no tiene dolor y que ahora se siente 100% mejor.
“Antes el dolor estaba ahí todo el tiempo, pero yo no voy a echarle la culpa a eso. En cambio, voy a mirar hacia adelante”.

