El español Carlos Coloma ganó este domingo la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Río en bicicleta de montaña, mientras que el oro fue para el suizo Nino Schurter y la plata para el checo Jaroslav Kuhlavy.
Coloma, de 30 años, defendió la tercera posición con uñas y dientes, durante gran parte de la carrera, de los ataques del francés Maxime Marotte. Schurter ganó su tercera medalla olímpica, la primera de oro, con un tiempo de 1 hora 33 minutos y 28 segundos.
Kuhlavy llegó 50 segundos más tarde y Coloma 1m:23s, sacándole diez segundos a Marotte.
El latinoamericano mejor colocado fue el colombiano Jhonnatan Botero, que acabó quinto a 2m:16s.
El circuito de 4,85 km, en el Centro de Mountain Bike de Deodoro, estaba embarrado por la lluvia caída durante la noche, lo que endureció aún más la carrera. La prueba consistía en recorrer 32,4 kilómetros en ese trazado que no tenía más de un 15% de terreno llano, como dicta el reglamento.
La elevación más fuerte, de unos 70 metros, llegaba en el kilómetro 3,5, aproximadamente, y el circuito terminaba con una subida de unos 4,6 metros.El gran favorito era el francés Julien Absalon, ganador del oro en Atenas 2004 y Pekín 2008, y número uno del ranking mundial, pero acabó octavo.
Sin embargo, el último campeón del mundo, en junio de 2016, era el suizo Nino Schurter, que poco después de la primera vuelta ya lideraba la prueba con Kuhlavy y Carlos Coloma. Coloma se descolgó de los dos de cabeza pasada la segunda vuelta, pero conservó la tercera plaza.
Schurter se escapó definitivamente a falta de una vuelta para el final, llegando solo a la meta y completando así, a los 30 años, su trío de medallas olímpicas.
Schurter ganó el bronce en 2008 y la plata cuatro años después, y quería completar el trío con el metal más preciado.
El mountain bike nació en California en los años 1970, cuando algunos ciclistas empezaron a recorrer viejos caminos abandonados y agrestes al norte de San Francisco.
En 1976, esos ciclistas crearon una carrera que exigía algunos cambios en las bicicletas tradicionales, dando lugar a las primeras máquinas para este deporte, que tienen ruedas mayores, amortiguadores traseros y delanteros, y pesan más.
La bicicleta de montaña rápidamente se popularizó en todo el mundo y entró en los Juegos Olímpicos en Atlanta 1996, estando presente siempre desde entonces.
