Crónica de una noche lamentable en el estadio Maracaná

Crónica de una noche lamentable en el estadio Maracaná


La Liga Panameña de Fútbol (LPF) volvió a tocar fondo.

Una fiesta que debió ser deportiva entre dos de los equipos más populares del país, como lo son Plaza Amador y Árabe Unido, terminó en caos y vandalismo cuando aficionados de ambos equipos invadieron la cancha y protagonizaron acciones lamentables que terminaron por suspender una de las semifinales del torneo Clausura que se disputó en la noche del pasado sábado.

No había empezado el partido y ya se podía pronosticar un desenlace negativo, cuando jugadores de ambos equipos se enfrascaron en los vestidores.

Esa energía negativa se trasladó a las gradas desde el minuto uno, producto de los innumerables artefactos que fueron lanzados a la cancha por ambas fanaticadas, pero principalmente por la del Expreso Azul, que prácticamente jugó al tiro al blanco con la figura del entrenador colombiano Jair Palacios.

Fueron vasos, hielo, hasta latas de comida, lo que debió soportar Palacios, técnico que solo hace cuatro años había sacado campeón al Árabe.

“Las masas a veces tienen una conducta que es inexplicable y eso es lamentable”, indicó Diego Taylor, dirigente encargado de la imagen de la LPF una vez concluido el bochornoso espectáculo. 

Según Taylor, ellos como liga se habían preparado para el trascendental partido que daba un cupo para la final con una contingente arriba de 110 policías.

 

“Pienso que la Policía pudo haber sido más efectiva y nosotros como liga pudimos haber estado un poco más encima”.


Diego Taylor
Dirigente de LPF Group

“Pero la noche empezó complicada y eso se contagia a las gradas y una chispita puede causar esa clase de incendios”, agregó Taylor.

Al ser consultado sobre qué había fallado, el representante de la liga apuntó a la Policía Nacional.

“Pienso que la Policía pudo haber sido más efectiva y nosotros como liga pudimos haber estado un poco más encima”.

Además de la inefectividad de los agentes, Taylor también aclaró que el diseño del estadio tampoco facilita la labor de todos los que trabajan con el tema de la seguridad, dado su estilo de primer mundo que permite un contacto bastante cercano con los jugadores.

“Hay un tema de diseño, la cercanía del público a la cancha y cuando tienes un juego tan rudo y duro como el de anoche, entonces esa cercanía es contagiosa y eso lamentablemente activa conductas que nadie quisiera ver”.

Y es que después del gol del 3 a 0 al minuto 117 del segundo tiempo extra de Ricauter El Perro Barsallo, su segundo del partido, todo explotó.

La primera acción fue producida por algunos aficionados del Plaza, que invadieron la cancha para celebrar la anotación que les daba la clasificación.

Algunos de ellos, ciegos por la asombrosa gesta de sus jugadores, quienes revirtieron una derrota de 0-2 sufrida en Colón en el partido de ida de semifinales el pasado martes, increparon a algunos jugadores del Árabe ante la pasiva respuesta de los agentes policiales.

Esto derivó en la reacción del público colonense, que no se quedó atrás.

“¿Dónde estaba la seguridad? Solamente 120 policías para un estadio donde había mas de 3 mil personas”, lamentó Roberto Rivera, narrador principal de la televisora TV Max, canal encargado de llevar las imágenes del partido y quien también sufrió en carne propia la actitud violenta de algunos de los fanáticos descontrolados.

Para Rivera fue un error que se hayan habilitado los asientos de la parte de abajo del estadio y más teniendo en cuenta que se podía anticipar lo que iba a representar este partido.

“Estoy con una tristeza como si se me hubiese muerto alguien y sí, ¿sabes por qué? Es que se nos está muriendo el fútbol. Tocamos piso, nuestra liga tiene que pensar en un recambio total”, agregó Rivera.

“Tu crees ahora que un patrocinador va a querer entrar en esto. Yo espero renuncias de todos los que pertenecen a LPF Group y que no me digan que esto es un caso aislado, porque sé que lo van a decir”.


Roberto Rivera
Narrador de TV-Max

Así mismo, apuntó directamente a los organizadores de la LPF Group como ente responsable de lo sucedido en el Maracaná.

“Tu crees ahora que un patrocinador va a querer entrar en esto. Yo espero renuncias de todos los que pertenecen a LPF Group y que no me digan que esto es un caso aislado, porque sé que lo van a decir”.

Y en efecto, una de las valoraciones de uno de los dirigentes que habló por la liga fue la de velar por el producto, al señalar que lo sucedido no es el común denominador de lo que se vive en la LPF.

“Sí, esto pasó pero esto no es lo típico. La liga hace 190 partidos al año y ¿cuantas veces ha sucedido esto? Tenemos que lidiar con esto y asegurarnos de que no vuelva a suceder”, detalló Taylor.

Entre los objetos vandalizados por la turba del Árabe Unido están una pantalla para ver el partido al lado de los puestos de venta de bebidas, dos paredes que gypsum que fueron tumbadas, la ventana de taquilla que fue asaltada, varios palcos cuyas ventanas se intentaron romper y algunos extinguidores que también fueron lanzados resumen algunos de los materiales que fueron afectados en un sector del Maracaná.

Sobre ese triste final, el arquero del Plaza Amador, Erick Hughes, lamentó profundamente lo sucedido y más cuando todos los actores que participan directamente con la liga están luchando para atraer más público a los estadios.

“Lo que buscamos es que cada vez los estadio se llenen más, que la gente apoye más y en vez de apoyar, eso lo que hace es ahuyentar a la gente, porque sienten temor”, reconoció un autocrítico Hughes, figura y gran razón del éxito en este torneo del Plaza Amador.

En esa misma línea también se refirió Rivera al mencionar la falta de valores y educación de la sociedad actual y la doble moral de muchos de los estuvieron en el estadio.

“Es una sociedad que no tiene valores, que todo lo ve igual, porque después de todo lo que sucedió, muchos estaban rezando y cantando como si no hubiera pasado nada y eso no puede ser”, aclaró Rivera.

Ya en lo deportivo, la LPF anunció ayer en su cuenta oficial de Twitter que el encuentro entre el Plaza y Árabe se daba por terminado con marcador oficial de 3-0 en favor de los placinos.

Sobre qué tipo de sanciones se iban a dar, la liga explicó que “la comisión de competencia deberá reunirse para tomar una decisión”.

Se anunció que tanto el Instituto Panameño de Deportes como la Federación Panameña de Fútbol se iban a reunir hoy “para definir la continuidad del torneo Clausura 2016”.

En cuanto a la otra semifinal entre Atlético Nacional y Chorrillo FC, la cual debió jugarse ayer en el Maracaná, pero no se pudo por la condición del mismo, se comunicó que “sería reprogramada para una nueva fecha y en diferente sede”.

También se espera que la final sea movida para el próximo domingo 22 en el estadio Rommel Fernández.

 

 

 

 

120 unidades era suficiente, aclara la Policía Nacional

Fue más un problema del diseño del estadio Maracaná y el comportamiento de los aficionados que si hubo o no la cantidad de policías suficientes para controlar a las aficiones del Plaza y Árabe Unido.

Esa fue la conclusión del comisionado Benjamín Zambrano Espino, jefe de la Unidad de Control de Multitudes.

Zambrano señaló una vez evacuado el estadio que gracias a que reaccionaron “rápidamente” pudieron evitar situaciones mayores. 

“Lo que sucedió fue que fanáticos de Plaza Amador saltaron a la cancha y eso trajo repercusiones, ya que la gente del Árabe Unido respondió. Lo importante es que nosotros reaccionamos rápidamente y evitamos situaciones mayores”, indicó Zambrano.

El comisionado detalló que hubo daños materiales, pero que no hubo lesionados y tampoco detenidos. 

Al ser cuestionado sobre si consideraba que 120 unidades era suficiente para la cantidad de público, Zambrano indicó que sí, no obstante, explicó que el diseño del estadio no ayuda.

“Con los 120 policías pudimos haber controlado bastante, y es más, controlamos”.

En cuanto a una sugerencia para que no se repitan estos lamentables actos, recomendó cerrar los puntos de acceso a la cancha.

“Una de las cosas es cerrar el acceso directo a la misma cancha, que eso en todo los estadios se cierra y se bloquea”.

Agregó que en el Maracaná resulta muy complicado controlar a los fanáticos, dado que “por cualquier esquina se tiran”.

“En este estadio y cualquiera del mundo una vez las masas enardecidas quieren tirarse a la cancha, es un problema, es difícil detenerlas y eso vieron, durante todo el juego estuvimos deteniendo y deteniendo”.

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