El arquero Jackson Follmann del Chapecoense, uno de los pocos sobrevivientes del accidente aéreo de Medellín que diezmó al club hace dos semanas, llegó la madrugada de este martes 13 de diciembre a Sao Paulo, donde fue hospitalizado.
El portero de reserva, que sufrió una amputación de parte de su pierna derecha, fue el primer sobreviviente en regresar a Brasil tras el accidente del 28 de noviembre, que dejó un saldo de 71 muertos (de las 77 personas que se hallaban a bordo), la mayoría de ellos jugadores y miembros del plantel técnico, así como una veintena de periodistas deportivos.
El hospital Albert Einstein de Sao Paulo, donde Jackson Follmann fue internado, no respondió de momento a consultas de la AFP sobre el estado de salud del jugador, su proceso de recuperación ni la posible fecha de alta, pero el médico del club informó a la prensa que será sometido a una cirugía en la columna cervical. "No tenía expresión en el rostro pero cuando aterrizamos vi que soltó un poco el aire. Sin duda era una sensación de alivio", contó el traumatólogo del Chapecoense, Marcos Nagli, al llegar esta madrugada a Sao Paulo.
"Toda cirugía tiene un riesgo y queremos que ese riesgo sea bajo", añadió, al referirse a la cirugía en la columna.
Otros dos sobrevivientes, el jugador Alan Ruschel y el periodista brasileño Rafael Henzel, deben llegar este martes a Chapecó.
El avión de la empresa boliviana Lamia llevaba a los jugadores del 'Chape' a Medellín, para disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional.
En una entrevista el domingo, Henzel contó detalles sobre los últimos momentos del vuelo, afirmando que en ningún momento el piloto o la tripulación informaron a los pasajeros acerca de lo que estaba ocurriendo. "Se apagaron las luces y los motores, eso causó cierto temor, pero nadie nos avisó de nada", relató a la televisora Globo.
Fiscales de Bolivia, Brasil y Colombia investigan las causas del accidente, que se habría producido por falta de combustible.