El suizo Joseph Blatter, de 79 años, fue reelegido este viernes presidente de la FIFA para un quinto mandato, tras el retiro de la candidatura de su único rival, el jordano Ali Bin al Hussein, antes de procederse a la segunda ronda de votación.
Al Hussein optó por retirarse tras la primera vuelta de una votación de la que Blatter salió claramente victorioso (133 votos frente a los 73 de su adversario), aunque se quedó a siete de los dos tercios que necesitaba para vencer en primera vuelta.
"Solo quiero darles las gracias a todos, ha sido una magnífica travesía", dijo Ali al anunciar su retiro al Congreso de la FIFA.
Blatter tenía la victoria asegurada en la primera ronda, pues el vencedor requería en la segunda vuelta una mayoría simple.
La continuidad de Blatter, ratificada en el 65 Congreso que la FIFA celebrado en Zúrich (Suiza), supone la victoria más importante de su larga carrera como dirigente, dada la magnitud del escándalo generado por las investigaciones de la Fiscalía de Estados Unidos y las autoridades suizas.
Vinculado desde 1975 a la FIFA, en la que fue secretario general de 1981 a 1998, año en que lo eligieron presidente, Blatter ha vuelto a demostrar su maestría a la hora de cerrar crisis, aunque algunas quizá en falso. Nunca nada ha alterado sus planes y así lo ha demostrado su aparente normalidad estos días, pese a las detenciones realizadas.
Lo ha hecho con pesar, pero ajeno a lo que ocurre fuera. Con el mismo estilo que ha presidido la organización deportiva más poderosa del mundo, salpicada los últimos años por acusaciones de corrupción y compra de votos, especialmente desde la elección de Rusia y Catar como sedes mundialistas para 2018 y 2022.
Aquella concesión ha marcado el devenir de su último mandato, iniciado meses después de la votación en diciembre de 2010 y rodeado de polémicas desde el primer momento, ya que quien pretendió ser su contrincante en las elecciones de 2011, el catarí Mohamed Bin Hammam, acabó inhabilitado por intentar comprar votos.
Alejado de las acusaciones de este y de las renuncias forzadas en 2013 de miembros de su Ejecutivo por recibir pagos injustificados de los derechos audiovisuales, como el paraguayo Nicolás Leoz o el brasileño Ricardo Teixeira e incluso su predecesor en el cargo, el brasileño Joao Havelange, Blatter se ofreció hace meses como la mejor opción para seguir en la presidencia.
"Asumo la responsabilidad de recuperar la imagen de la FIFA. Juntos lo podemos hacer", afirmó Blatter desde la tribuna de oradores tras ser proclamado vencedor de la elección presidencial.
"En esta ocasión somos conscientes de que hay que solucionar problemas en la FIFA", reconoció, asegurando que cuando abandone el cargo en el futuro dejará "una FIFA más fuerte" a su sucesor.
Tras soportar tres días de tormenta, desde que se conociera la detención de siete miembros de la FIFA en hoteles de lujo de Zúrich, Blatter salió vencedor y, después de 17 años en el cargo, desde que sustituyó a Joao Havelange en 1998, llegará a 21 años cuando termine su nuevo mandato en 2019.
Es el tercer presidente que más años ha estado en el cargo, solo superado por Havelange (24 años) y por el francés Jules Rimet, mítico presidente de la FIFA y padre de la Copa del Mundo, que estuvo 33 años, entre 1921 y 1954.