México despertó en el segundo tiempo y con goles de Raúl Jiménez y Oribe Peralta derrotó el miércoles por 2-1 a Nueva Zelanda para quedar a un paso de las semifinales de la Copa Confederaciones.
El técnico Juan Carlos Osorio realizó ocho cambios a la alineación titular en comparación con el equipo que empató el domingo 2-2 con Portugal, y en el primer tiempo el equipo mexicano lució letárgico e incoherente.
Nueva Zelanda aprovechó un pésimo despeje de Néstor Araujo, que cedió la pelota a un jugador rival al borde del área, para abrir el marcador a los 42 minutos con un tanto de Chris Wood.
Además, México perdió a los 27 minutos al zaguero Carlos Salcedo, quien salió de la cancha en camilla con una lesión del hombro izquierdo tras un choque con Wood dentro del área.
Héctor Herrera, usualmente titular inamovible en la alineación de Osorio, entró en el segundo tiempo, aunque la figura desequilibrante fue Javier Aquino.
El volante de Tigres de Nuevo León empezó la jugada del primer gol mexicano con un túnel y una carrera por la banda izquierda, para luego pasar el balón a Marco Fabián, quien con una media vuelta asistió para el cañonazo de Jiménez a los 54 minutos.
Aquino volvió a protagonizar el segundo tanto, esta vez al desbordar hasta la línea de fondo, donde retrasó el balón para que Peralta marcara a los 72.
México llegó con más insistencia en la media hora final, y no aumentó la diferencia al fallar en la definición. Esa imprecisión estuvo a punto de costarle caro, ya que el neozelandés Ryan Thomas remeció el travesaño a los 85.
México y Portugal, que superó 1-0 a Rusia en Moscú, encabezan el grupo A con cuatro puntos cada uno. Rusia les sigue con tres, y Nueva Zelanda quedó eliminado sin punto.
El partido acabó con una fea pelea entre jugadores de los dos equipos después de que México cortara de forma violenta un contraataque neozelandés.
Tras consultar el video de asistencia y varios minutos de confusión, el árbitro gambiano Bakary Gassama mostró tres tarjetas amarillas.
Osorio se disculpa, dice que fue provocado por Nueva Zelanda
El técnico de México, Juan Carlos Osorio, se disculpó por los improperios que gritó durante un partido ante Nueva Zelanda el miércoles en la Copa Confederaciones y que fueron captados claramente por las cámaras de televisión.
Osorio se enfureció cuando la selección de Nueva Zelanda no detuvo las acciones en el primer tiempo tras una lesión del zaguero mexicano Carlos Salcedo por un choque en el área con Chris Wood. Incluso, el mismo delantero neozelandés remató al arco y exigió a una buena atajada del portero Alfredo Talavera.
El timonel gritó un insulto en inglés hacia la banca de Nueva Zelanda y tuvo que ser controlado por sus asistentes y jugadores. “Quiero ofrecer disculpas a todos los televidentes, evidentemente que me pasé de tono, concretamente con el asistente de ellos”, dijo el colombiano.
“Me parece que la situación donde cae Carlos Salcedo les da una clara posibilidad a ellos de gol que hubiese sido nefasta para nuestros planes”.
"A partir de ahí pasaron varios segundos donde los jugadores nuestros le gritan, tanto como yo, al técnico (de Nueva Zelanda, Anthony Hudson) para que pararan la jugada”, agregó.
Salcedo tuvo que ser sacado en camilla con una lesión del hombro izquierdo, y después que Wood anotó casi al final del primer tiempo, México remontó para ganar por 2-1 y quedar a un paso de las semifinales.
Osorio señaló que un asistente del campeón de Oceanía, al que describió solamente como “uno sin cabello”, lo provocó con insultos en español y empeoró la situación.
"Me ofendió y aparte seguía instigando y también insultándome en español”, relató Osorio. “Desafortunadamente la cámara me persigue a mí, pero el asistente de ellos fue culpable directo de todo lo que aconteció”.
El encuentro fue marcado por este tipo de incidentes, incluyendo uno en los minutos finales cuando el centrocampista Héctor Herrera cayó al ser derribado por detrás, y respondió con un fuerte empujón a un futbolista neozelandés.
Los jugadores en la cancha se enfrascaron en empujones, y también se encararon los de las bancas. “Entramos un poco en el juego físico de ellos”, reconoció el volante mexicano Javier Aquino.
