La novena de Panamá Metro cumplió con los pronósticos de favorito para alzar el trofeo de campeón del béisbol mayor y lo hizo de forma contundente en seis juegos (4-2) contra Chiriquí, monarca defensor, para sumar su título número 25 en la historia de la pelota panameña.
Sí, son 25 coronas que tiene la liga capitalina desde que se iniciaron los torneos nacionales, y no ocho, como se quiere etiquetar por ser ahora denominada la liga de Panamá Metro.
Y ¿por qué la confusión?, si le puede decir así. Bueno, en 1975 surge la provincia deportiva (liga de béisbol) de Panamá Oeste. Pero la Liga Provincial de Panamá siguió siendo la misma, ya sea Panamá o Panamá Este.
Luego el nombre de Metro era más comercial, vendible o motivador, y se ha quedado arraigado en el béisbol istmeño; es más, en esos primeros uniformes algunos tenían en el pecho METS.
Desde aquella época, la liga como estructura deportiva de Panamá Metro no ha cambiado, incluso, con la reciente creación de la liga de Panamá Este.
Ahora, si partimos del hecho de que por dividirse se tiene que empezar un nuevo recuento de títulos, entonces hay que aplicarlo también en Chiriquí, que en 1997 se dividió con Chiriquí Occidente. Pero a la liga chiricana sí se le siguen sumando sus títulos, que son 14.
Es más, usando el criterio la nueva división de Panamá Metro con Panamá Este, entonces los metropolitanos tendrían ahora su primer campeonato, algo que no me parce acorde.
¿De quién es la culpa? Me parece que las distintas juntas directivas de las federaciones son las responsables de la confusión, porque no han dejado claro este tema en las ediciones de los libros de estadísticas y récords del béisbol panameño que se han editado; además los dirigentes de los últimos 15 años tampoco han procurado hacer algo en esa dirección.
Considerando válida la tendencia de crear nuevas estadísticas, a partir de cambios sustanciales, entonces este híbrido que llamamos béisbol mayor tendría récords divididos o separados, es más, con asteriscos (*).
Primeros contaríamos con dos clases de líderes históricos, a la ofensiva y con los lanzadores; unos con bate de madera y otros con aluminio.
Y qué decir con la incorporación de los refuerzos extranjeros, que ya han tenido dos etapas en nuestra pelota. Entonces de igual forma la familia del béisbol se vería en la necesidad de hacer divisiones históricas en cuanto a estadísticas.
Sin duda que tendríamos un libro de historia bien complicado, lleno de excepciones.
Saludos a los campeones de la pelota mayor por su corona número 25.
