Cerca de medio centenar de relojes de lujo con un valor de 23 mil euros cada uno (cerca de 24 mil 400 dólares), ofrecidos a varios dirigentes de la FIFA y a responsables del fútbol antes de la Copa del Mundo de Brasil, serán donados a la oenegé 'Streetfootballworld', anunció este jueves la FIFA.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) había repartido durante el congreso de la FIFA en junio de 2014 en Sao Paulo, la víspera del partido inaugural del Mundial, una bolsa que contenía relojes de la marca de uno de los patrocinadores, a los 28 miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA, a los representantes de los 32 equipos clasificados para el Mundial, y a los 10 miembros de la Confederación sudamericana.
Debido a la polémica suscitada, la Comisión de Ética de la FIFA pidió a los beneficiarios que restituyesen los relojes, recordando que los regalos que tengan un valor mayor del "simbólico o módico" están prohibidos por el código ético.
Tras la investigación, la cámara de instrucción de la Comisión de Ética estableció que "65 relojes debían ser inicialmente ofrecidos por la CBF a varios dirigentes del fútbol, pero algunos no los recibieron", indicó en un comunicado.
"Después de haber contactado con los potenciales beneficiarios, 48 de los relojes fueron recuperados" por la Comisión de Ética, que decidió ofrecerlos a la oenegé 'Streetfootballworld' , que invertirá lo recaudado por la venta de los relojes en "iniciativas que utilicen el fútbol para una causa social".
En septiembre de 2014, ante la pregunta de la Comisión de Ética, Michel Platini, candidato a la presidencia de la FIFA, aunque actualmente suspendido durante 90 días, se mostró "sorprendido por el funcionamiento de la FIFA".
"No fui educado así, yo los regalos no los devuelvo. Voy a preguntar el valor exacto del reloj, y daré su valor a una asociación cuyo nombre os lo diré, pero repito, estoy sorprendido con el funcionamiento de la FIFA".
Sepp Blatter, presidente dimisionario y también suspendido, estimó por su parte que la polémica alrededor de los relojes "no era un escándalo". "Si ha habido un error, puede ser, es causa del valor de esos relojes, pero hablar de corrupción, es falso", respondió en septiembre de 2014. "Los relojes estaban en un saco de regalos que algunos ni habían abierto", añadió.
La FIFA está actualmente salpicada por un escándalo sin precedentes por las acusaciones de corrupción contra algunos de sus miembros, mientras intenta recuperar su credibilidad, especialmente en base a la integridad de sus miembros, que serán sometidos al voto en el Congreso Extraordinario del 26 de febrero, en el que se elegirá a un nuevo presidente del fútbol mundial.