Entusiasmados por la juventud y el potencial de su equipo frente a Suecia, uno de los rivales teóricamente más asequibles de los cuartos de final, Inglaterra empieza a soñar con sumar su segundo título mundial, 52 años después.
Pero los escandinavos se han acostumbrado a destrozar las apuestas, sobre todo ante Inglaterra, habiendo perdido solo uno de los ocho encuentros oficiales previos que los han enfrentado, antes de su duelo de este sábado en Samara (9:00 a.m.).
A pesar de ello, la confianza de los ingleses está por las nubes luego de acabar con su maldición en la tanda de penales en una Copa del Mundo, al eliminar a Colombia en octavos de esta forma (1-1, 4-3).
"Nos gustaría llevarla (la Copa) a casa", dijo el defensa inglés John Stones el jueves. "Me encantaría ganar el Mundial, a Inglaterra le encantaría ganar un Mundial", admitió. "Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que la ganamos. Queremos hacer que la gente se sienta orgullosa", agregó.
La escuadra del técnico Gareth Southgate, campeona en su propio territorio en 1966, ya ha pasado página de su temprana eliminación en primera ronda en Brasil 2014 y de su embarazosa derrota ante Islandia en octavos de final de la Eurocopa 2016.
El técnico ya ha conseguido que más gente vea sus partidos en Rusia que la boda real en mayo, con casi 24 millones de personas conectadas para presenciar la tanda de penaltis ante Colombia.
"Es genial ver cómo nos apoyan desde allí", agregó el defensor del Manchester City. "Estoy recibiendo videos y fotos de mis amigos de allí viendo el partido, en los pubs, en cualquier lugar del país en el que se encuentren", afirmó.
Sin embargo, con apenas cuatro días entre un encuentro y otro, Inglaterra ha gozado de poco tiempo para reponer fuerzas.
Y mientras muchos están haciendo planes ya para una hipotética semifinal contra la anfitriona Rusia o frente a Croacia, Stones advirtió que no deben caer en la complacencia ante Suecia.

Para llegar a cuartos de final, Suecia tuvo que recorrer un camino mucho más difícil, eliminando a Holanda en la fase de clasificación y a Italia en los playoffs de repesca para sacar un boleto a Rusia.
Ya en el Mundial, emergió sorpresivamente para liderar el Grupo F en una llave en la que Alemania quedó afuera contra todo pronóstico.
Suecia no cuenta con estrellas mundiales tras el retiro internacional de Zlatan Ibrahimovic, pero los hombres de Janne Andersson confían en su solidez como bloque para seguir sorprendiendo en la competición.
"Hemos probado una vez tras otra que incluso cuando nos enfrentamos a grandes equipos encontramos una forma de ganar el partido", dijo el defensa Mikael Lustig, que no jugará ante Inglaterra por sanción.
Para el capitán Andreas Granqvist, ser la sorpresa en cuartos podría jugar en su favor. "Alguien dijo algo de que Inglaterra nos vencería 99 de cada 100 veces. Bueno, es divertido que Inglaterra tenga este tipo de confianza. Juguemos el partido y veamos cómo van las cosas", subrayó.

