Alemania e Italia empataron este domingo 3-3 en Dortmund lo que le da la clasificación a Alemania que hace buena la victoria por 1-2 en la idea y hoy logró resistir una gran reacción italiana en la segunda parte.
El partido fue un típico partido de dos caras con una Alemania claramente dominadora en la primera mitad y una Italia desatada en la segunda que terminó haciendo dramática una eliminatoria que ya parecía sentenciada.
El equipo de Julian Nagelsmann pareció poner tierra de por medio antes de que los equipos se fueran al descanso con 3 goles en un primer tiempo en que Alemania había tenido sometida a Italia casi por completo.
Una escena que es como una radiografía de lo que fue la primera parte fue la del segundo gol alemán. Donnarumma acababa de desviar a saque de esquina un cabezazo de Tim Kleindienst y empezó a discutir con sus defensas por haber permitido el centro de Antonio Rüdiger.
Mientras Donnarumma amonestaba a sus compañeros -para lo cual había salido de su portería- Joshua Kimmich cobró el córner raso al área pequeña donde esperaba Jamal Musiala, que marcó a placer mientras los italianos discutían entre ellos unos metros más adelante.
Italia había estado todo el tiempo demasiado lenta ante una Alemania siempre alerta y el gol de Musiala, en el 37, llevaba esa situación al extremo. Antes Kimmich había abierto el marcador, de penalti en el 30 después de que Buongiorno derribara a Kleindienst dentro del área.
Antes del descanso Kleindienst marcó el tercero de cabeza a centro de Kimmich desde la derecha al segundo poste en una jugada que se inició con un robo de balón de Nico Schlotterbeck en la mitad italiana.
En el comienzo de la segunda parte Italia prácticamente se encontró con el gol del descuento marcado por Kean que aprovechó un mal pase de Leroy Sané.
Aunque el gol hubiese sido producto de un claro error alemán, Italia había salido del vestuario con otra actitud y daba muestras de una clara mejoría. Alemania, por su parte, no era tan abrasiva como en la primera parte, la presión alta no era constante y había empezado a dejar jugar a Italia.
En el minuto 69, cuando Kean marcó el segundo en buena jugada individual, quedó claro que Alemania había perdido el hilo del partido. Italia, por su parte, empezó a creer y a ser el mejor equipo.
En el 75 el árbitro Szymon Marciniak pitó un presunto penalti a favor de Italia que luego fue corregido por el VAR al constatar que Schlotterbeck había tocado la pelota en una acción contra Di Lorenzo.
Ya en el descuento fue el VAR el que le dio un penalti a Italia, por mano de Mittelstädt, que marcó Raspadori. Al final se vio que el empate había llegado demasiado tarde para los italianos que tal vez hubieran entrado con ventaja a la prórroga por lo visto en la segunda parte.
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