La joven jinete panameña Amelin Cruz Machuca demostró que todo sacrificio trae su recompensa, al haber alcanzado dos grandes objetivos el año pasado.
Amelin, de 17 años, cerró el 2024 a lo grande al graduarse de la Academia Técnica de Formación de Jinetes Laffit Pincay Jr. y de sexto año del Instituto Científico Andros.
“Esto representa mucho para mí, porque pasé por tantas cosas difíciles a lo largo de estos dos años. Las personas que estuvieron conmigo lo saben”, dijo Amelin, quien fue la única mujer en la promoción de la academia.
“Significa mucho para mí, porque prácticamente me superé yo. Logré romper esas metas que tenía. Fue tan duro que no pensaba seguir, me iba a salir. Mi profesor Henry Barría siempre me decía que siguiera y me decía que era buena”, agregó.
Esta chorrerana formó parte de los seis estudiantes que se graduaron el pasado diciembre en la academia, en la que recibieron el diploma y la licencia de montar. Esta promoción la completaron Delvis Aparicio, Manasés Haldar, Amir Mendoza, Jesskar Rodríguez y José Valdés.
“Todos los días me levanto a las 3:10 a.m. y salgo a tomar un bus, llego a la [Plaza] 5 de Mayo agarro otro bus hasta Campo Linbergh, camino y llego al hipódromo. Trabajaba hasta las 10:00 a.m., cuando subía a la academia”, explicó Amelin sobre cómo era su rutina diaria para dividir sus estudios.
“Daba mis clases y me iba de una vez para La Chorrera; y me ponía a hacer mis módulos de cuarto y quinto año. Eso era todos los días, hasta la noche”, añadió.
Amelin comentó que en la academia de jinetes daba clases de pangal, en el que se aprende cómo montar un caballo, de preparación física, español, matemática, historia y nutrición.
“Al principio no iba a los piques [simulación de una carrera], no iba a los piques, no tenía piques, no me iba a graduar, no me iba a graduar, me iba a quedar. Y bueno, hasta que hice mis piques”, comentó Amelin, quien tuvo 11 caídas de caballo durante las prácticas.
“En los piques me tocaban puros caballos locos. Caballos que me tumbaban, se me paraban”, indicó.
Decisión
En medio de su explicación y de lo orgullosa que se siente por haber superado cada una de estas pruebas, Amelin recordó que esta historia inició por una tarea en la escuela.
“Siempre me han gustado los caballos. Cuando estaba en primer año hice una investigación sobre los deportes que más se destacan en Panamá. Entre eso estaba ser jockey”, manifestó esta guerrera.
“En tercer año fue cuando me decidí. Apenas me gradué fue lo que hice, hice el papeleo en la academia, fui a ver los caballos y fue un querer hacer más eso al ver a las personas. Entré el 6 de marzo de 2023″.
Debut
Otro momento que nunca olvidará esta jinete fue el pasado 8 de diciembre cuando debutó como profesional y logró su primera victoria.
“En ningún momento me puse nerviosa. Llegué al cuarto de jinetes y me dieron palabras de aliento. En la primera carrera, fue como una corredera y emociones, porque estábamos frente a nuestros familiares. Fue con el caballo llamado Templario, no la gané pero ya debuté y salí bien”, mencionó llena de emoción al recordar esos momentos.
“En la otra carrera iba más que segura. Salí decidida con el caballo Acatengo, gran caballo, muy bonito caballo. Salí y había más personas. Partimos, piqué de frente, fui sobrellevando el caballo. Muchas personas me preguntan por qué sonreí hacia las cámaras [cuando llegó a la meta]. Sonreí porque escuché la voz de mi mamá. Ese Amelin no se me olvida. Ahí fue que miré, sonreí, ya había ganado”, agregó.
Amelin le dedicó este triunfo a su madre Rosaura Angélica Machuca Hernández, a quien considera un pilar para hacer este sueño realidad.
“Siempre estuvo conmigo. Ha sido mi apoyo más grande, incondicional. Mi mamá siempre ha estado conmigo. Siempre estuvo apoyándome en todas mis caídas”, finalizó.
