Atheyna Bylon se crió en San Miguelito, ciudad de Panamá, con su abuela, su madre y su hermana. A los 15 años, se mudaron a Tocumen, donde reside hasta hoy. Cuando cumplió la mayoría de edad vio en televisión una propaganda donde estaban solicitando unidades de la policía y le dijo a su madre que quería postularse.
Al entrar a la Policía Nacional de Panamá nunca pensó en ser boxeadora, pero a los 25 años comenzó a practicar y casi cuatro años después logró clasificarse a los Juegos Olímpicos de Río 2016. También, participó en los Juegos de Tokyo 2020, y luego de obtener la medalla de plata en los Juegos Panamericanos 2023 en Santiago de Chile, clasificó a París.
Desde principios de 2024 se ha dedicado a tiempo completo a entrenar para estos Juegos, y afirma recibir el apoyo completo de la policía nacional. Luego de su regreso a Panamá, volverá a su trabajo como policía.
El 4 de agosto tras ganarle en cuartos de final a la polaca Elzbieta Wojcik en la categoría de 75 kilos, Bylon avanzó a la semifinal y se aseguró una medalla para Panamá. En esta disciplina, ambas boxeadoras que alcanzan las semifinales, pero no logran avanzar a la final, son reconocidos con una medalla de bronce. Por ello, después de la semifinal el 8 de agosto, Cindy Ngamba, la contrincante de Bylon, se alzó con la medalla del tercer lugar.
Bylon, quien ya tiene asegurada la plata, peleará contra la china Li Qian por el oro hoy a las 15:30 (hora de Panamá). Será la cuarta medalla olímpica que recibirá Panamá, tras dos bronces del velocista Lloyd LaBeach en Londres 1948 y un oro en Pekín 2008 de Irving Saladino en salto de longitud.
¿Cómo fue tu preparación para los Juegos?
Supe que venía a los Juegos desde el año pasado que clasifiqué en Santiago 2023, y he venido preparándome a través de diferentes eventos. Mi último campamento lo hice con el equipo de Brasil. Ellos son uno de los mejores equipos, independientemente de los resultados que tuvieron aquí, tienen casi la mayor cantidad de oro en todos los Juegos. Estuve aproximadamente un mes y medio en Brasil donde hice combate en el Grand Prix Internacional, y lo gané. Después nos fuimos a Portugal casi antes de un mes de venir para acá, así que ya tenía incorporado el horario de París. He hecho unos buenos campamentos y se ha visto el resultado aquí en los Juegos.
¿Cómo fue la experiencia en el campamento con Brasil?
Fue una experiencia súper buena y me sentí súper cómoda. Ellos tienen todas las boxeadoras y el equipo completo, así que tenía con quien hacer sparring (luchar contra otras personas como oponentes), que era para mí lo más importante. Me sentía como si estuviera trabajando con un equipo de Panamá. Me atendieron muy bien y por eso les doy las gracias porque por darme la oportunidad de trabajar con su campamento, vine aquí de la mejor manera posible.
¿Cuál fue la parte que más disfrutaste en toda esa preparación?
Disfruto siempre cada entrenamiento y cada cosa que sacrifico, porque es un sacrificio, pero entonces intento disfrutarlo para no verlo tan drástico. Trato de de compartir y de disfrutar todo, en especial venir a mi tercer Juego Olímpico, esa es la mayor felicidad.
¿Cómo se diferencian estos Juegos a los anteriores en los que participaste?
Comencé tarde en el boxeo a los 25 años, y a los tres años y medio de ser boxeadora ya estaba en unos Juegos Olímpicos. Tenía muy poca experiencia, pero siempre doy lo mejor de mí. Uno va avanzando y este fue mi mejor ciclo olímpico y lo estoy cerrando con broche de oro, con medalla. Cada año tengo más experiencia, uno nunca deja de aprender, busco centrarme en que sabía que yo lo podía lograr, de que estoy mejor preparada, de que sé llevar el combate, y centrarme en los objetivos.
¿Cómo es tu relación con el resto de la delegación?
Me llevo con todos, creo que yo soy la más hablantina y la más ‘compinchosa’. Me gusta estar rodeada de un equipo y me llevo muy bien con mi team Panamá. Trato de reunirlo por cualquier cosa, quiero celebrarlo y gozarlo, y tratar de estar reunidos siempre.
Al estar más experimentada, ¿te identificas con ese rol de mentora dentro de la delegación de Panamá?
Sí, siempre he dicho que uno es el ejemplo de las personas que te rodean. Trato de hacer las cosas bien, de enseñarle a mi gente que sí se puede, y de que las mujeres podemos dejar en alto a Panamá. Me he caracterizado por dar el ejemplo y tratar de hacer las cosas bien, y eso es lo que miran mis compañeros. Soy una atleta más que nada de disciplina. Disciplina mata talento, por más que uno tenga talento, si no tiene disciplina, no llega a nada. Eso es lo que intento enseñar: sí se pueden lograr los objetivos con disciplina.
¿Qué es lo más importante a la hora de competir a nivel físico y a nivel mental?
A nivel físico dar lo mejor de mí, siempre me enfoco a dar todo hasta que termine el combate. Mentalmente dejar siempre en alto a Panamá y a mi familia. Me he esforzado para esto. El entrenamiento es más duro que el combate, y así que me enfoco de que puedo darlo todo, de que todo Panamá me está viendo. Mi familia y Panamá me están apoyando, y esa es la motivación la que tengo. No necesito más que eso, enfocarme en que todo mi país me apoya y que puedo dar lo mejor de mí.
Además de una medalla, ¿con qué regresas a Panamá?
Me llevo el hecho de que todo sacrificio tiene su recompensa, de que por más caídas que uno tenga en la levantada es mejor, y que sí se puede lograr el objetivo de llevar una medalla para Panamá.
¿De qué manera estás disfrutando París hoy?
Ahora estoy enfocada en el objetivo de lograr un mejor color en esa medalla y de ganar esa pelea, pero siempre trato de disfrutarlo. Más disfrutaré cuando gane, pero lo mismo que estoy sintiendo en mi corazón ahora, igual lo voy a sentir el día que me entreguen mi medalla porque este es el logro, esta es la entrega de muchos años, y lo tengo que disfrutar.
