La selección de fútbol de Panamá ha tenido un gran desarrollo y crecimiento en los últimos 24 años, llegando a competir en certámenes de relevancia como la Copa Oro, Copa América y en el Mundial de Rusia 2018.
El entrenador y exportero de Boca Juniors, Carlos Navarro Montoya, expresó que ese éxito no se da por casualidad, ya que es el reflejo del trabajo que se realiza en categorías inferiores.
“Creo que se debe apuntar a generar un proceso, desde infantiles y juveniles, para que después se vuelque a la mayor, con el objetivo de estar más y es un sostén, esas columnas donde se vea más asiduamente a Panamá luchando y en los mundiales”, dijo Montoya durante las charlas técnicas que brindó este fin de semana a más de 50 técnicos de todo el país.
Para Montoya, es importante saber esa idiosincrasia del futbolista panameño, porque cada país es muy diferente a la hora de hacer un trabajo.
“Esto no es cortar y pegar, porque cada país tiene su idiosincrasia, tiene su forma, tiene su clima, su territorio, cuestiones que los condicionan y los potencian”, señaló Montoya, quien considera importante el grupo infantil y juvenil.
“Todo eso tiene un proceso que es encadenado, que es consecutivo, que es secuencial, que tiene que ver con llevar adelante los distintos procesos en cuanto al crecimiento de los niños”, agregó.
En categorías menores, la Roja también ha dicho presente en los mundiales en categorías Sub-17, Sub-20 y ya hasta se consagró campeón del certamen Maurice Revello, que es para selecciones Sub-23.
“No es lo mismo entrenar a un niño de 8 años que a un adolescente de 16 años. El peor error que podemos cometer es entrenar a los niños y adolescentes como futbolistas profesionales. Hay etapas para cada edad de los niños”, comentó Montoya, quien es un entrenador avalado por AFA, UEFA y Conmebol, además cuenta con una especialización en formación.
Sobre el éxito del futbolista sudamericano, el entrenador indicó que la genética tiene una influencia importante, con las mezclas de diferentes razas que se ha dado por mucho tiempo en el continente.
“Después creo que tiene que ver con un desarrollo que han tenido los futbolistas, los niños, los adolescentes, con un desarrollo estructural. Si uno analiza, de los cuatro o cinco mejores futbolistas de todos los tiempos, entre Argentina y Brasil están todos ellos. Entonces eso habla a las claras de un patrón genético que les permite a los futbolistas de esa región estar entre los mejores, ser futbolistas de élite”, manifestó Montoya, quien expresó que le gusta el fútbol actual.
“Nosotros antes, a mí me ha pasado, en el fútbol había una influencia muy grande del atletismo. Por ahí nosotros no entrenábamos como futbolistas, sino como atletas. Y hoy en día podemos decir que hay entrenamiento para futbolistas”, finalizó.
