El Real Madrid cayó derrotado por 2-0 ante el Liverpool en la quinta jornada de la fase de liga de la Champions 2024-2025, gracias a los goles del argentino Alexis Mac Allister y el neerlandés Cody Gakpo en un duelo en el que el conjunto inglés llevó siempre el peso ofensivo, ante la pasividad y la falta de intensidad de los madridistas.
Los pupilos de Carlo Ancelotti, que llevaban ocho partidos sin perder ante el Liverpool, se complican avanzar a los octavos de final de manera directa y pasa a ser el último equipo que jugaría los playoffs. El vigente campeón de Europa se plantaba con bajas en el siempre imponente Anfield y su planteamiento fue algo ramplón y sin colmillo.
Ni rastro de Kylian Mbappé, que falló un penalti como Mohamed Salah en la segunda mitad, tras unos primeros 45 minutos en los que los blancos supieron sufrir para seguir con vida. Pero el asedio de los reds se hizo realidad en la segunda parte, con los tantos de Mac Allister y Gakpo, ante un Real Madrid que suma por primera vez en su historia tres derrotas en la primera fase de la competición.
Anfield empuja incluso antes del pitido inicial, y este miércoles no fue una excepción. Los de Arne Slot confiaron en su alta y efectiva presión y metieron el miedo en el cuerpo de los madridistas con un primer contragolpe que culminó Darwin Núñez, pero se topó, primero, con Thibaut Courtois, y con Raúl Asencio, después, salvando el 1-0 en la misma línea de gol.
El canterano, preso de su inexperiencia en estos partidos, se jugó la tarjeta roja en un lance con Darwin Núñez en el que se enzarzaron ambos y el uruguayo acabó por el suelo. Dos amarillas salomónicas como consecuencia. Esa jugada rompió el duelo y frenó a un Liverpool que combinaba con más facilidad, más eléctrico y vertical.
Después de cierto toma y daca aunque con balances defensivos ganadores, el Real Madrid empezó a crecer a base de posesiones más largas. Pero la tranquilidad, ante el Liverpool, nunca llega, y los ingleses siguieron mordiendo, rozando el primer tanto en otra jugada que parecía que no iba a ningún lado y en la que emergió, como otras tantas veces, la enorme figura de Courtois, casi en el área pequeña.
Ese otro susto encendió las alarmas en un Real Madrid que se plantó en el bloque medio-bajo muy difícil de superar para un Liverpool que no conectaba con los peligrosos Mohamed Salah y Luis Díaz. Tampoco aparecía Kylian Mbappé, al que un doble marcaje y un corte magistral del joven Bradley apagaban su brillo.
Los de Ancelotti terminaron la primera mitad incómodos, sin amenazar la meta defendida por Kelleher y achicando agua, obligados a refugiarse en balones largos y una defensa muy hundida para agarrarse al partido. Otra vez Courtois sostuvo a su equipo con otra intervención a un cabezazo de Darwin. El Real Madrid sobrevivía a una peligrosa tormenta.
