Con su participación en Australia y Nueva Zelanda 2023, la selección femenina de Panamá hace historia al lograr su primera clasificación a un Mundial, una cita que inspirará a las nuevas generaciones de futbolistas panameñas.
Las panameñas comenzaron a explorar este deporte en los años 30 del siglo pasado, cuando los colegios de señoritas lanzaron el torneo conocido como la Liga Católica. Pero no fue hasta 2017, tras varios intentos fallidos en los años 90, que se crea la Liga Femenina de Fútbol (LFF), proyecto que desde entonces ha sido la principal cantera de las diferentes selecciones femeninas en Panamá.
La liga panameña nutre de jugadoras a las diferentes selecciones femeninas, un equipo nacional que a su vez sirve de pista de despegue para que las jugadoras centroamericanas más destacadas partan hacia otras ligas en el extranjero.
Figuras
Futbolistas de la selección panameña como Marta Cox, Natalia Mills, Karla Riley, Yenith Bailey, Rebeca Espinoza, Carmen Montenegro, Schiandra González, Katherine Castillo, Deysiré Salazar, Yomira Pinzón, Farissa Córdoba, Erika Hernández y Laurie Bastista, entre otras, juegan o han jugado en la LFF.
“Clasificarse a un Mundial no significa que todo después sea color de rosa, sino que hay que seguir trabajando el doble para poder mantenerlo y poder estar nuevamente en otro mundial”, remarcó el técnico Víctor Suárez, quien destacó que más niñas jugando fútbol.
“Ha sido un auge impresionante y viendo la realidad de la selección, me atrevo a decir que hay más de 300 niñas que esperan ser vistas para las selecciones nacionales”, advirtió.