Michel Platini, cuestionado por haber recibido 1.8 millón de euros (cerca de 2 millones de dólares) de Joseph Blatter, vio agrietarse su defensa debido a su estatuto judicial, entre "testigo y acusado", y porque su argumento para explicar que recibió un pago nueve años después de finalizar un trabajo deja muchas interrogantes.
Este miércoles, por el momento, no ha habido novedades sobre la probable apertura por parte de la comisión de ética de la FIFA de una investigación sobre Blatter y Platini.
El antiguo capitán de los Bleus, favorito para suceder a Blatter en las elecciones del 26 de febrero, sostiene que su integridad "no ofrece dudas".
Si su candidatura, y por tanto su posible elección, quedan supeditados a una decisión de la comisión de ética, el presidente de la UEFA sigue "determinado" a presentarse a la presidencia de la FIFA, como subrayó en una entrevista exclusiva con la AFP el martes.
Pero su línea de defensa parece más frágil después de dos precisiones aportadas por el fiscal suizo. "No hemos escuchado a Platini como testigo. No es verdad. Investigamos sobre él con un estatuto que se encuentra entre testigo y acusado", declaró el martes Michael Lauber, durante una conferencia ofrecida en la universidad de Zúrich.
"Decir que estoy satisfecho o no de lo que he escuchado, no lo puedo decir, porque pondría en peligro la investigación", añadió el fiscal asegurando que harán "todo lo posible por conocer la verdad".
Otra interrogante es la afirmación de Platini de que parte del pago por el trabajo de consejero que hizo para la FIFA entre 1999 y 2002 fue aplazado a 2011 por "la situación financiera de la FIFA", que no permitía que recibiera su remuneración al completo cuando realizó el trabajo.
"Al principio de mi trabajo de consejero, el señor Blatter me informó que no podría pagar inmediatamente la totalidad de los honorarios por la situación financiera de la FIFA en ese momento", declaró Platini a la AFP.
"Como nunca tuve dudas de que me pagarían lo que me debían, no intenté que me lo pagaran rápidamente y lo dejé un poco de lado hasta que en 2011 reclamé finalmente el pago", añadió.
Pero, a pesar de la quiebra en 2011 de la sociedad de marketing ISL, ligada a la FIFA; la federación internacional de fútbol cerró "su ciclo de cuatro años 1999-2002 con un excedente de ganancias de 115 millones de francos suizos (cerca de 120 millones de dólares)", según el informe financiero publicado en septiembre de 2003 y disponible en la página de internet de la institución.
"Aunque la FIFA funcione en ciclos de cuatro años, con la mayor parte de los beneficios el cuarto año, con la Copa del Mundo, en este caso la situación financiera era lo suficientemente buena como para hacer frente a un pago así", explicó un buen conocedor del caso, preguntado por la AFP, que subraya que "la FIFA no tenía ningún problema financiero".
Para garantizar su salud financiera tras la quiebra de ISL la FIFA había recurrido a una técnica que consiste en transferir a un banco los activos financieros como los créditos de los contratos en curso, a cambio de una suma de dinero, operación sometida a interés.
Consultado sobre la explicación ofrecida por Platini, la FIFA respondió mediante un portavoz: "Esta cuestión forma parte de las investigaciones en curso de las autoridades suizas y la FIFA no puede hacer comentarios".