Transcurría abril de 2008, cuando en el Domo Polideportivo de Guatemala el púgil darienita Gustavo Caicedo peleaba no solo contra su rival venezolano, sino contra el peso de 36 años de ausencia panameña en el boxeo olímpico.
Él y su primo, Melanio Flores, eran los dos boxeadores panameños que soñaban con ser parte de la delegación nacional liderada por Irving Saladino, sin saber que 16 años después, Caicedo sería forjador de una presea, así como lo consiguió en China el saltador de Colón.
Caicedo, oriundo de Jaqué, perdió su combate clasificatorio ante el venezolano Omar Moreno por 14-5, y Flores 9-8 ante el mexicano Ventura Vásquez en aquel torneo preolímpico de boxeo. Tras algunos combates adicionales en su carrera en el siguiente ciclo olímpico, Caicedo se vio como futuro entrenador de boxeo y empezó a trabajar en ello.
A pesar de que Panamá rompió la sequía tras cuatro décadas en Londres 2012 con Juan Huertas, el sueño olímpico de Caicedo se escribiría de una manera distinta. Fue en 2015 cuando Caicedo dio un salto de calidad como entrenador de boxeo. En aquel año completó un diplomado y un curso internacional de entrenador de estrategia, certificado por la IBA (Asociación Internacional de Boxeo, en Español). Al año siguiente, obtuvo la certificación de entrenador de 2 estrellas, abriendo así su camino para entrenar en ciclos olímpicos.
En paralelo, Atheyna Bylon se convirtió en campeona mundial en 2014 y en 2016 disputó su primer combate olímpico de boxeo en Río de Janeiro. Al año siguiente, el camino de Bylon se encontró con Caicedo, y juntos han encontrado una sinergia que se ha traducido en logros para Panamá.
Tanto Bylon como Caicedo han recibido el respaldo de la Policía Nacional para dedicarse de lleno al ámbito boxístico. Actualmente, ocupan el cargo de sargento segunda y capitán, respectivamente. Bylon, de 35 años de edad, ha manifestado en múltiples ocasiones su confianza en los consejos y la guía de Caicedo, quien es apenas 9 años mayor que ella.
Entre sus logros se destacan la medalla de oro en el Campeonato Continental en Venezuela (2018), oro en los Juegos Suramericanos en Cochabamba (2018), oro en el Clasificatorio Panamericano en Nicaragua (2019), el diploma olímpico en Tokio 2020, plata en el Campeonato Mundial Femenino en Turquía (2022), oro en los Juegos Suramericanos en Asunción, Paraguay (2022), oro en los Juegos Bolivarianos en Valledupar, Colombia (2022), oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador (2023), plata en los Juegos Panamericanos en Santiago (2023), y campeona del Grand Prix en Brasilia, Brasil (2024).
Tras la histórica victoria de Atheyna por cuartos de final del pasado domingo ante la polaca Elzbieta Wójcik, Caicedo se mostró tranquilo y sereno en la esquina del entarimado, lo que denota no solo juega un rol fundamental en el aspecto físico, sino también en lo mental. Su capacidad para mantener la calma bajo presión y su habilidad para motivar y guiar a sus atletas han sido cruciales en el desarrollo y éxito de Bylon.
La medalla conseguida por Bylon no solo es un testimonio de su talento y esfuerzo, sino también de la incansable dedicación y esmero de Caicedo.