Con su cuarto oro consecutivo en lucha grecorromana, el cubano Mijaín López entró en la historia de los Juegos al igualar a mitos como Carl Lewis, Michael Phelps y Al Oerter como únicos deportistas con cuatro títulos olímpicos en una misma prueba.
En la final de la división de los 130 kg de la lucha grecorromana, el cubano se impuso al georgiano Iakobi Kajaia por un claro marcador de 5-0.
A punto de cumplir 39 años y anunciar su retirada tras los Juegos de Tokio, Mijaín López demostró que sigue sin tener rivales en su deporte, al imponerse en la capital japonesa sin ceder un solo punto en cuatro combates.
Contra Kajaia, López ya tenía la medalla de oro en el bolsillo al descanso, al dominar por 3-0, después de anotar un punto por pasividad del georgiano y otros dos por realizar una proyección con desbalance.
El cubano marcó dos puntos más tras la pausa y acabó los últimos segundos del combate bailando ante el rival antes de que, tras sonar la bocina que indicaba el final del combate, realizara una llave a su entrenador, Raúl Trujillo, cuando éste entró a la colchoneta para felicitar a su pupilo.