Cuatro meses después de haber asumido la dirección de la selección nacional muchos están pidiendo un reemplazo para el hoy entrenador interino Julio Dely Valdés, por el "supuesto fracaso" de no haber llegado hasta las semifinales de la Copa Oro 2019 y haber caído de nuevo en cuartos de final, como sucedió en la pasada edición con el colombiano Hernán Darío Gómez.
Con Julio Dely como entrenador de Panamá, la selección consiguió llegar a unas semifinales en 2011 y a una final en 2013, que han sido el tope más alto después de la primera final en 2005. En esos dos torneos se consiguió, además de clasificar primeros en el grupo por encima de Estados Unidos y México, derrotar por primera vez a los estadounidenses en un partido de selecciones mayores en su historial de 22 enfrentamientos.
Igual, en el segundo torneo se derrotó dos veces a México en una misma edición, lo que hasta hoy ningún otro entrenador ha podido conseguir al mando del seleccionado mayor.
Fueron dos torneos con una selección compacta, que venía con un proceso. Una base de jugadores que hoy ya no están con la selección y fue determinante para conseguir la clasificación a la primera Copa del Mundo en Rusia.
Seis años después de quedarse a tres minutos de jugar el repechaje para el Mundial de Brasil 2014, Dely Valdés tiene otra oportunidad con la selección. Y de nuevo, el entrenador colonense vuelve a sorprender con otro histórico resultado apenas en el primer partido al mando del equipo, nada menos que con Brasil, con el que se empató 1-1 en Portugal. Un resultado que ningún otro entrenador ha conseguido con Panamá.
En la Copa Oro 2019, nuevamente bajo la dirección Dely Valdés, la selección ganó sus dos primeros partidos en una fase de grupos, una estadística que solo la tiene el hoy entrenador en las tres ediciones que ha dirigido con Panamá. En las otras seis participaciones no se consiguieron seis puntos en sus dos primeros partidos. También se puede agregar que con Dely Valdés la selección vuelve a ganar un partido después de un año y dos meses.
Sin embargo, hoy los números del entrenador no lo han salvado de las críticas. Una mayoría ya está pidiendo un cambio de técnico y prefieren a uno extranjero. ¿Las razones?. Frustración por haber perdido con Jamaica.
La derrota ante Jamaica dio al traste con el ambiente de triunfalismo que se manejó previo a este partido. Fue un balde de agua fría que pocos se lo imaginaban. Diez años que no se perdía con los caribeños, era una razón por la que muchos ya pensaban que la victoria estaba asegurada.
Cuando Gary Stempel comenzó un nuevo proceso, que si era un nuevo cambio real, porque se le dieron oportunidades a los más jóvenes, la afición le cayó encima porque no se dieron los resultados. Pasa igual con Dely Valdés, aunque lo que se ve hoy con el colonense es diferente a lo que hizo Stempel, porque si se ven los 23 que estuvieron en la Copa Oro, los únicos nuevos allí eran Palacios, Walker, Mosquera, Browne, Galván, Fajardo, y paren de contar. El equipo base ya lo hemos visto en el pasado proceso con el Bolillo Gómez. Solo para el partido contra Estados Unidos se puso a los suplentes, en un hecho sin precedentes con la selección en ese torneo.
Contra Jamaica jugó el equipo que era. Un plantel experimentado, que perdió el partido en el primer tiempo por la falta de definición en sus llegadas. Una palabra que suena a disco rayado a la hora de evaluar al selecciona nacional. Se perdió frente a un rival diferente al de otros tiempos, para nada implacable. Panamá fue más, pero siempre fallando en el último toque.
Jamaica sin desesperarse, esperó. Nunca se impacientó. Una mano accidental decidió el partido que parecía irse a favor de los nuestros, pero vino el penal y la desilusión de muchos. Si toca evaluar a Dely Valdés respecto a lo que hizo en sus dos primeras ediciones, es obvio que se dio un paso atrás, como pasó hace dos años. Pero, ¿fracaso?
Por más que hoy se hable de un nuevo proceso, que en el papel solo es la palabra, la mayoría de los jugadores ya tienen muchas horas de vuelo con la selección, algunos mundialistas, y otros que hasta fueron dirigidos por Julio Dely en la eliminatoria a Brasil 2014. Por eso decir hoy que la selección no tiene identidad con los mismos jugadores que vienen jugando desde hace años, suena contradictorio. Se puede decir que casi todos conocen el estilo del entrenador colonense.
Pero como pasa siempre, el técnico es el principal culpable, porque él fue el que seleccionó a los jugadores, que a decir verdad, llevó a algunos que arrastraban un flojo rendimiento. La selección tuvo sus errores, que habrá que corregir para lo que venga en un futuro con Dely Valdés, si lo dejan continuar, o el que esté al frente.
Hoy se habla de cambio de entrenador, que es potestad de la federación. Pero hay que sincerarse en que en la Copa Oro se llegó hasta donde los jugadores lo permitieron, por no haber sido contundentes en su partido de cuartos de final.
Jamaica, el rival que eliminó a Panamá, también ha sido mundialista y finalista de las dos últimas ediciones del torneo de Concacaf. No era ningún aparecido.





