El Club Atlético Independiente (CAI) nos entretuvo ayer en su partido contra el Saprissa en territorio tico. Tal vez la derrota (3-2) duela por la forma como se dio sobre el final del partido, con un penal. Pero fue un partidazo por la manera como jugaron los dos equipos. Al final, como se dice en el argot deportivo, el equipo panameño vendió cara su derrota.
Claro que el CAI nos levantó de la silla por su manera agresiva de jugar tanto cuando estaba abajo 2 a 0, y más tarde cuando empató. Daba la sensación, por la manera como se estaba desarrollando el partido, como si ambos querían terminar el partido ganando y que a los ticos se les presentó esa oportunidad con el penal, como muy bien se le pudo haber presentado al equipo panameño. Desde donde se mira fue un partido con un alto voltaje en el que vimos un buen nivel del equipo chorrerano.
Al final Omar Browne pagó caro su falta de experiencia en la expulsión producto de su juventud. En el partido de vuelta se necesitaba, porque fue el jugador que marcó la diferencia. Ahora, en la vuelta no sé que pase. Sería grandioso que consiguiera ganar la llave y avanzar a la siguiente fase.
Cuando uno ve este tipo de partidos con jugadores nuestros que lo dan todo, sin arrugarse en territorio ajeno, se viene a la memoria la selección de Panamá. Hoy necesitamos este tipo de comportamiento en el equipo del Tolo Gallego. Con delanteros rápidos como Jorman Aguilar, escurridizos y fuertes como Browne. Guerreros como Abdiel Ayarza. Solo por nombrar a estos tres jugadores.
Hoy CAI representó de buena manera al fútbol panameño en la Liga Concacaf, que como se vea, es una vitrina. La primera vez que participaron exitosamente en la Liga de Campeones de la Concacaf, un amigo y colega argentino había visto por casualidad el partido por televisión. Me llamó a través del whatsapp, lo sentí un poco intrigado. Me preguntó: "Campo, ¿quién es ese Browne? ¿Es panameño? Háblame de él".
Cualquiera que haya visto el partido de ayer en el exterior también debe de haber quedado deslumbrado con los jugadores del CAI.
Con una actuación como la que presentó el actual campeón de la Liga Panameña de Fútbol (LPF), la liga gana. El fútbol se regocija. No es casualidad. Este equipo está plantando bandera en el fútbol panameño. Su dirigencia hace un buen trabajo y los jugadores están respondiendo. Hoy es uno de los equipos revelaciones del torneo que se está ganando a pulso el respeto. Pienso que debe de estar sumando fanáticos, porque sabe jugar y da espectáculo. Es un equipo que puede llegar a enamorar a cualquier desprevenido que no tenga equipo.
Ojalá que algunos de estos jugadores los podamos ver algún día siendo protagonistas en la selección nacional.