Roger Federer, que lleva ocho meses fuera del circuito por problemas en una rodilla, confía en poder reaparecer avanzada la actual temporada, quizás “a finales del verano” (boreal), y no estaría en Wimbledon, según declaró el tenista este sábado en una entrevista a la televisión suiza.
“Voy bien, mucho mejor. Durante dos meses me moví con muletas. Fue largo y tuve que empezar desde cero. Pero era lo correcto. La rodilla no iba bien después de Wimbledon”, explicó el suizo a la cadena pública SRF en Lenzerheide, donde acudió para asistir a una etapa de la Copa del Mundo de esquí alpino.
Federer precisó que hace unas semanas se sometió a pruebas médicas que le hacen ser “muy positivo” respecto a su futuro.
“Ahora llego lentamente a una fase en la que puedo pensar en el regreso”, afirmó el exnúmero uno mundial, añadiendo que necesita todavía un poco de tiempo antes de reaparecer “al final del verano o principio del otoño (boreal)”.
Federer, que cumplirá 41 años el 8 de agosto, confirmó por lo tanto que no se ve recuperado a tiempo para Wimbledon (27 junio-10 julio), un torneo que ganó en el pasado en ocho ocasiones.


