Rod Carew quiere contar su historia.
Desde sus primeros pasos como un niño en Panamá, pasando por sus hazañas en las Grandes Ligas, hasta terminar con su más reciente batalla frente a un ataque cardíaco y cómo es vivir con un transplante de corazón.
Y a sus 74 años de edad, el primer panameño en ser exaltado al Salón de la Fama en 1991, encontró la forma con su libro autobiográfico de nombre One Tough Out: Fighting Off Life’s Curveballs (Luchando contra las curvas de la vida).
El libro, de 352 páginas, fue lanzado la semana pasada y se puede comprar en Amazon a un precio de 47 dólares.
Carew reconoció en una reciente entrevista que se inspiró en las palabras de Reggie Jackson, recordado jugador de los Yankees de Nueva York y también miembro del Salón de la Fama, quien calificó al pelotero panameño como uno de los outs más difíciles de sacar en el béisbol.
“Felicitaciones para Reggie Jackson”, dijo Carew. “Él nombró el libro”, destacó el siete veces campeón bate de la Liga Americana en una entrevista reciente para el programa de radio The Rich Eisen Show.
“Jugando contra Reggie durante tantos años, él sabía que no era fácil sacarme out”, recalcó.
El exjugador de los Mellizos y Angelinos explicó que dicha expresión resume todo lo que ha tenido que superar en su vida como lo fue el recibimiento de un trasplante de corazón y riñón, en diciembre del 2016, luego de sufrir un ataque cardíaco en 2015.
Con 19 temporadas en las ligas mayores, el nacido en un tren también detalla en su libro lo que fue su niñez en Panamá y su complicada relación con su padre.
"Mi papá no tenía ningún interés en mí mientras jugaba en el programa de Pequeñas Ligas en Panamá", contó el destacado bateador.
Carew explicó en la entrevista que pasó varias meses cuando era niño en un hospital recuperándose de una fiebre reumática.
Fueron alrededor de seis meses, con su madre cuidándolo de cerca mientras estuvo enfermo. Pero, según contó Carew, a su padre no le pareció bien que estuviera tan apegado a su madre.
"El pensó que yo era como una mascota de mi madre".
"Y pensó que no tenía lo que se necesitaba para ser un jugador de las Grandes Ligas", explicó.
El ganador del premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1977 también destacó como nació su amor por el juego, mientras escuchaba la radio en Panamá.
“Escuchábamos la radio de las fuerzas armadas estadounidense los fines de semana y cuando decían que habían 50 mil personas en las gradas, no lo podía creer. No teníamos televisión en esos tiempos para verlo, así que le dije a mi mamá que ‘algún día iba tener la oportunidad de jugar frente a 50 mil personas’ y ese sueño se hizo realidad”, destacó el mítico número 29 de los Mellizos y Angelinos.
Carew narró en la entrevista con el reconocido periodista Rich Eisen cómo jugaba de niño con un palo de escoba y como bateaba los platillos mientras imitaba los movimientos de su jugador favorito Jackie Robinson.
También en su libro, el nacido en el área de Gatún reveló una curiosa anécdota que calificó como “encantadora”.
Su nombre (Rodney Cline) fue en honor al doctor Rodney Cline y su llegada a este mundo se dio en manos de Margaret Allen, quien fue la única que dio un paso adelante para ayudar en su nacimiento.
Debutante en las Grandes Ligas con los Mellizos en 1967, Carew terminó su carrera con un promedio al bate de por vida de .328 con 3 mil 53 imparables, mil 15 carreras empujadas y mil 424 anotadas.