Tom Brady, mariscal de campo de los Tampa Bay Buccaneers, negó ayer que tenga una mala relación con sus compañeros y aseguró que si los regañó el domingo pasado, en la derrota ante los Steelers, fue para motivarlos.
“Todo está bien. Tengo una gran relación con todos mis compañeros de equipo y saben que la única razón por la que los regañé fue para tratar de motivarlos y llevarlos a un nivel más alto”, explicó el considerado mejor jugador de la historia de la NFL.
En un momento durante el duelo de la semana seis en el que los Bucs cayeron por 20-18 ante Pittsburgh, las cámaras de televisión captaron a Brady gritando a los integrantes de su línea ofensiva, una acción que el pasador justificó.
“A veces hay que molestar a los chicos y tratar de elevar el nivel, transmitirles el sentido de urgencia; alzar la voz y crear una vibración diferente para toda la ofensiva. Eso es lo que estaba tratando de hacer”, confesó.
Parte de su labor
El máximo ganador de Super Bowls en la NFL, con siete, subrayó que como quarterback parte de su labor es ser la primera voz cuando las cosas no funcionan.
“Soy un mariscal de campo; no espero que haga lo correcto el tackle, el corredor o el receptor. Lo voy a hacer yo mismo. Ese es mi trabajo para tratar de ponernos en marcha y levantar la voz a veces es un estímulo positivo”, argumentó.
El veterano de 45 años reconoció que en esta temporada se ha sentido frustrado porque no han podido desarrollar el juego de acuerdo a lo planeado.
En el siguiente partido de la temporada 2022 los Bucs visitarán este domingo 23 a los Carolina Panthers.
